Todo comenzó, según relatan medios locales, en horas de la tarde del jueves cuando la joven salió de su trabajo en el centro de City Bell y, cuando estaba por arrancar su vehículo, apareció un delincuente armado.
El ladrón abrió la puerta del conductor y le dijo a la chica que se corriera. Se sentó al volante y arrancó. Según contó, su intención era primero salir de la ciudad.
Hacia el Parque Pereyra
Cuando llegaron al Camino General Belgrano, la joven pidió que la dejara bajar y que se llevara el auto, pero el autor del ataque no aceptó.
Desde allí, el agresor optó por seguir hacia el Parque Pereyra Iraola. Entraron por Belgrano y la calle 403 de Villa Elisa.
Charla pistola en mano
El ladrón estacionó el automóvil y empezó a hablar con la joven, siempre pistola en mano. Le dijo que no pensaba matarla y que la iba a dejar en algún punto cercano. Y acto seguido, le dijo: “Soy huérfano, pobre, robo porque no tengo para comer. Llegué a estudiar maestro de mayor de obra, tecnicatura en higiene y algo más de seguridad”.
Y le preguntó a la joven por sus padres y a qué se dedicaban, sobre todo para ver cuánto estaban dispuestos a pagar por su rescate.
Abuso
La joven, siempre según lo que relataron fuentes con acceso a la causa, intentaba prestar interés a la charla para que el agresor estuviera en calma. Pero el hombre empezó a decirle “que era linda, que le gustaba mucho, que quería que fuera cómplice de él, que podía darle el 30 por ciento de lo que recaudara”.
Y después de toda la conversación le pidió a la joven que se quitara la ropa. La chica usó el argumento de que necesitaba hacer pis para que la dejara bajar e intentó salir corriendo. Pero el secuestrador le dio alcance y la llevó hacia el auto, donde la sometió sexualmente.
Fugado
Cuando terminó, el hombre dejó a la chica en una parada de colectivos del Camino Centenario y se dio a la fuga.
La chica entonces paró un colectivo de la línea 129 (Misión Buenos Aires), donde le brindaron ayuda entre el chofer y varios pasajeros.
Una vez que tomó contacto con su novio y la familia, pasó por el Hospital San Roque de Gonnet para el tratamiento de rigor y formalizó la denuncia. Ahora, la Policía analiza las cámaras de seguridad de todo el trayecto en busca de pistas del depredador sexual.