Máximo Thomsen, uno de los rugbiers condenados a prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, volvió a ser golpeado por sus compañeros en el penal de Melchor Romero, donde están detenidos.
El joven ya había recibido una golpiza la semana pasada del resto de los condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa.
Thomsen fue señalado como el responsable de la fallida estrategia judicial que llevó adelante para todo el grupo, financiado por la familia de Máximo, el abogado Hugo Tomei.
"Nos hundiste a todos", lo increparon a Máximo Thomsen, el autor de la patada mortal contra Fernando.
"Ellos tienen sólo tres horas autorizadas para salir al patio, porque no los cruzan con los otros presos. Están ellos solos. Hubo una pelea. Se empezaron a putear y se fueron a las manos. La ligó Thomsen y uno le gritó que los hundió a todos”, contó una fuente del Servicio Penitenciario.
Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi, los cinco condenados a perpetua, mantienen un fuerte enfrentamiento con Blas Cinalli, Lucas Pertossi y Ayrton Viollaz, los tres rugbiers que recibieron un pena de 15 años de prisión: "Están re calientes y encima no tienen plata", dijeron autoridades del penal.
La pelea entre los rugbiers habría llevados a las autoridades del Servicio Penitenciario de tomar la decisión de trasladar Matías Benicelli y Ciro Pertossi al penal de Campana.
La defensa de los ocho condenados por el crimen de Báez Sosa, ocurrido en la madrugada del 18 de enero de 2020, presentó el recurso de apelación ante el Tribunal de Casación bonaerense, donde insistió con planteos de nulidades, con la figura del "homicidio en riña" para los condenados a prisión perpetua y con la absolución de los tres partícipes secundarios.
Fernando Báez Sosa (18) fue asesinado la madrugada del 18 de enero del 2020 a la salida del boliche "Le Brique" en pleno centro de la localidad balnearia de Villa Gesell, tras ser atacado a golpes por un grupo de jóvenes que acababan de ser expulsados de la disco.
Horas después del homicidio, los ahora condenados fueron detenidos en la casa de veraneo que alquilaban a pocas cuadras de la escena del crimen, y actualmente están alojados en la Alcaidía de Melchor Romero, en La Plata, donde continúan alojados a la espera de un posible traslado a una cárcel del Servicio Penitenciario Bonaerense.