Los coordinadores de Chamula, Tierra de las Artes, un espacio de mucho reconocimiento en la ciudad por su interés en fomentar la cultura y el arte, fueron citados a una mediación después de que varios vecinos levantara una queja por “ruidos molestos”.
Según lo estipulado en la citación, los artistas que llevan adelante el espacio deberán presentarse este viernes en las oficinas de Relaciones Vecinas y Defensa al Consumidor de la Municipalidad de Olavarría.
La medida fue tomada por los referentes del espacio y por muchos sectores de la sociedad como otra muestra de intolerancia e incomprensión ante las actividades culturales y artísticas, ya que el espacio siempre se caracterizó por la inclusión y la apertura a actividades que de por sí no cuentan con muchos espacios disponibles en la ciudad.
Cabe aclarar que, un día antes de la llegada de dicha notificación, Laura Tropea, una de las máximas referentes y fundadoras del espacio, fue galardonada por el HCD con el premio Dina Pontoni por su “compromiso con el Arte y la Cultura”, premio que, además, se acompañó con la entrega de más de 60 mil pesos para fomentar el trabajo realizado por la artista.
A raíz de la citación, los referentes del espacio realizaron un contundente descargo en sus redes, en donde, aparte de expresar su disgusto ante la situación, manifiestan que la verdadera razón de las “quejas” levantadas por los vecinos tiene que ver con la intolerancia y la negación de las actividades culturales y artísticas.
“Trabajar por la cultura independiente también es hacer escuchar nuestros derechos. En todos los eventos musicales controlamos los decibeles. Todos los eventos musicales terminan en un horario acordado y súper respetuoso para toda la vecindad. Nos han mandado a Control Urbano a las 23 hs en plena obra de teatro, ahí entendimos que no es el ¨ruido molesto¨, molesta la cultura, le ¨hace ruido¨ la cultura”, escribieron en su cuenta de Instagram los referentes del Espacio Cultual.
“Nos han escrachado por face diciendo ¨¿Qué hace un espacio cultural en el medio de un barrio?¨. ¿Dónde entonces? ¿Nos escondemos? Juntamos maples para acustizar la pared. E iremos haciendo, como hasta ahora, todo lo que corresponde para estar a derecho, pero somos también seres de derecho”, prosigue el escrito.
En cierta manera, el descargo viene a difundirse en el momento en que las actividades artísticas y culturales -uno de los sectores más golpeado por la pandemia- por fin encuentran la oportunidad de comenzar a desarrollarse plenamente, posibilidad con la que no contaron en dos años de restricciones.
“Es imposible hacer un relevamiento y preguntar casa por casa, antes de llevar adelante un Espacio Cultural, cuál es la problemática de cada hogar. Lo que sí haremos es realizar lo que nos corresponde y exigir, porque no somos ¨la marginalidad¨ de nadie, lo que también le corresponde al otrx”, concluyeron.