Grandes empresas fueron imputadas por la Secretaria de Comercio Interior debido a la retención de volúmenes de producción, hecho que habría ocasionado faltantes en las góndolas.
Durante la pandemia, el Gobierno Nacional, había intimado a “incrementar su producción hasta el más alto grado de su capacidad instalada” con lo que, obligaba a las empresas a vender toda su producción al precio estipulado por el antes mencionado.
El director ejecutivo de la consultora LCG habló sobre las imputaciones y dijo que “claramente se están atacando las consecuencias de una macroeconomía desordenada, más que las causas que llevarían a estos comportamientos”. Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo insisten en no realizar presunciones sobre el motivo de las supuestas retenciones de mercadería.
Para los economistas, los faltantes son resultado de un comportamiento adaptativo lo que quiere decir que no es una especulación de las empresas sino que, lo que intentan hacer es resguardar el valor de su producción. Esto último demuestra que, el objetivo que tienen, es que se de la venta. El por qué de que no lo hagan tiene algunas causas que involucran aspectos como:
Brecha cambiaria
El economista principal de Analytica explicó que “con una brecha cambiaria arriba del 100% la economía no funciona. Genera una expectativa de devaluación en el futuro, entonces, calculan que en determinado tiempo sus costos e insumos importados, especialmente, subirán. Automáticamente quieren trasladarlo". En ese sentido, el sector privado, transita por una incertidumbre frente al dólar lo que trae el mismo efecto que en el resto de las personas. Por lo que, la necesidad de ahorrar se inclina por resguardar el stock.
Especialistas del área remarcan que, en estos casos, los productores prefieren no vender a quienes se aprovechan de la situación por lo que se genera el faltante en los comercios. Pero, en productos alimenticios, lo que ocurre es que los fabricantes buscan trasladar los precios máximos a los productores quienes retienen el producto frente a un precio bajo.
En ese sentido, influyen cuestiones como la devaluación y la inflación y, el economista Mariano Saritzu explicó que "se ha intentado pretendido sostener una teoría de ´inflación importada´ que se da por tierra cuando se compara con Uruguay. Nuestro país vecino también es exportador de alimentos pero no registra aumentos de esta magnitud. La inflación en alimentos y bebidas estuvo en 4,8% mientras que ahí fue del 0,2%"
Reposición de la mercadería
Según Saritzu, al restringir importaciones, los precios de los insumos se elevan. Además, el flujo de la importación se vuelve lento por lo que, a nivel económico, se vive en la incertidumbre por no saber si se va a reponer o no un producto.
Caprarulo estableció que "En algunos productos se modificó la estructura de costos lo que impactó en un aumento del precio final y en menores niveles de producción dado que el costo de reposición de la mercadería no se llegaba a cubrir con el precio de venta al público" y Lorenzo dijo que "Una empresa compra un producto a X pesos, después lo vende y genera un resultado. Si se lo queda, también genera una ganancias porque ese stock se ´revalúa´ al nuevo precio"
Precios máximos y precios cuidados
El economista de Econviews planteó que "el Gobierno no puede fijar P (precios) y Q (cantidades). En un mercado lógico no fija ninguna de las dos. En Argentina te fijan los precios, entonces las empresas deciden las cantidades". El hecho de que haya desequilibrio entre oferta y demanda conlleva a faltantes cuando se le pone límite a los precios. Cabe destacar que los alimentos aumentaron 4,8% en enero. Sin embargo, los productores siguen percibiendo precios máximos para la mayoría de sus productos y al mismo tiempo que los precios cuidados se implementan en los distribuidores.
Según distintos economistas, lo que ocurre es que las empresas no quieren vender barato ni tampoco a precios menores a los que el mercado establecería de forma natural ya que, prefieren aguardar mejores condiciones de mercado. En ese sentido, Caprarulo dijo que "las intimaciones del Gobierno son una manera rápida de mostrar reacción frente a la fuerte aceleración de los precios en los alimentos, que desde octubre del año pasado promedian +4,2% por mes"
Cabe destacar que, la tensión se da en el marco de las negociaciones para poder establecer precios para el 2021. Además, hace una semana, Alberto Fernández se reunió con empresarios para generar compromisos “cumplibles” en los precios. La mayoría de los asistentes pertenecían al rubro alimenticio y fue uno de los principales puntos que se mencionó en la reunión.