A pesar de la pandemia por el coronavirus, en Olavarría abrieron sus puertas casi una veintena de piletas privadas para que los más pequeños disfruten sus vacaciones de verano. Con la llegada del nuevo año, esta semana se completó el inicio de las actividades de agua y recreación en medio de protocolos para prevenir el contagio del COVID-19.
Por eso, con el fin de verificar el cumplimiento de las normas que evitan la propagación del virus que paralizó casi todas las actividades durante el pasado 2020, personal de la Subsecretaría de Deportes y Recreación de la Municipalidad de Olavarría visitó cada espacio para verificar el cumplimiento de las normativas. Los protocolos se acordaron e informaron a cada colonia vacacional durante las reuniones realizadas a principios de diciembre y en los contactos periódicos que los encargados de cada establecimiento tiene con el municipio.
Los protocolos de las colonias para el COVID-19 establecen que cada establecimiento debe contar con un croquis del lugar. Asimismo, no se podrá hacer uso de los vestuarios, no habrá opción de kiosco y los espacios de trabajo para actividades al aire libre deberán estar debidamente delimitados. Además, cada pileta debe contar con una habilitación municipal y lugar para aislamiento de personas sintomáticas.
En cuanto al personal a cargo de la gestión diaria de cada colonia, es obligatoria la presencia de un guardavidas y la señalización de elementos de seguridad acuática como pueden ser salvavidas, como así también encargados de limpieza para llevar a cabo tareas de higiene y desinfección. La limpieza, como sucedió en 2020 con la llegada del virus al país, se convirtió en el punto más importante por lo que todos los establecimientos deberán tener jabón líquido, toallas de papel, cestos de residuos y alcohol en gel o líquido al 70%.
A su vez, el personal debe cumplir con un sistema de ingreso escalonado, un cronograma de circulación interna, un libro de actas en el que conste las personas que concurren cada día y un termómetro infrarrojo.
Por el momento, los inspectores de la Subsecretaría de Deportes y Recreación no encontraron anomalías y aseguraron que “no ha habido incumplimiento de la reglamentación". "Todos entienden que son los responsables de la sanidad en su espacio y que los cuidados deben ser extremos para que cada persona y la continuidad de actividad no corran riesgos. La mayoría, además, han agregado acciones de control interno para prevención y eso lo vemos muy acertado. En esto, como en todo, la responsabilidad individual es clave. Es un trabajo en conjunto para el bien de todos”, agregaron desde al organismo municipal.