Pablo Torres, el intendente de Laprida, fue noticia en los medios nacionales luego de anunciar que pagará un bono estímulo a los trabajadores municipales y personal de la salud y que ese mismo beneficio será financiado con un nuevo impuesto que equivale a un “alfajor Jorgito simple”.
En el marco de la pandemia por COVID-19, a través de las redes sociales el jefe comunal del Frente de Todos adelantó que esta nueva tasa municipal se le cobrará a los productores locales que tengan más de 400 hectáreas y el monto será de $35 por hectárea.
En diálogo con Cadena 3, el presidente de la Sociedad Rural de Laprida, Luis Crippa, reconoció que la medida “no le cayó bien a los productores porque fue sin consulta”. “Él se mandó como un hecho consumado. No es necesario que los aportes salgan siempre del campo, pero no negamos que el gesto es importante y valoramos el esfuerzo de salud”, agregó.
La tasa, de carácter excepcional, se cobrará por única vez y abarca también a empresas de grandes capitales y que no sean de origen lapridense como bancos, usinas de luz, TV por cable y telefonía.
El bono, que ya fue aceptado por los sindicatos de SOEM y UPCN, “es una forma de premiar a las y los trabajadores que nos cuidaron -y nos siguen cuidando- durante la pandemia”, argumentó Torres luego de tratar de paliar las críticas recordando que desde que asumió la intendencia devuelve “al Municipio $100.000 por mes”.
“El problema es ideológico, el dinero de la Tasa para el bono es mínimo (y más mínimo aun si se lo compara con el aporte anual que hace el intendente). O sea, la cháchara anti-política suena bien, pero cuando vamos a la realidad se ve que es sólo cháchara”, insistió el intendente tras afirmar que no aplicará rebajas en los salarios de sus funcionarios “porque ganan poco en comparación al trabajo y la dedicación que le ponen”.