Chocolate por la noticia | Infoeme
Lunes 29 de Abril 2024 - 10:23hs
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Olavarría

Chocolate por la noticia

Composición tema: la vaca.

No, mentira. Hace casi una semana que tenía el título para ésta reseña de lo común, como así le llamo a lo que escribo, pero acabo de cambiarlo.

Hoy culmina la Semana de la Dulzura en Argentina, y me pregunto ¿cuántos de nosotros recibimos un chocolate por un beso? ¿O alguna golosina?

Bueno... Beso... Beso propiamente dicho, en tiempos de pandemia, probablemente no. O sí. No sé.

Ésta costumbre meramente comercial y orgullosamente argentina, nació en el año 1989 de la mano de la Asociación de Distribuidores de Golosinas y de una empresa en particular, a la que se le ocurrió esta idea para aumentar las ventas.

Y hablando del chocolate en sí, no sé si todos saben, que no siempre se consumió en barritas, así como lo conocemos en la actualidad.

De la misma manera que nuestro dulce de leche, que fue descubierto por accidente, con el chocolate pasó algo parecido.

En un principio las vainas, una suerte de pelota de football americano, un poco más pequeña, que contenían los granos de cacao, eran fermentadas y con la pulpa de su interior, los aborígenes que habitaban lo que hoy es América Central y México, elaboraban cerveza desechando los granos. Luego, muchos años después, así como 300 años después, se les ocurrió elaborar una bebida sin alcohol con esos desechos.

¿El sabor? Nada que ver a lo que se imaginan. Súper amargo. Pero se bebía en celebraciones. ¿Nacimientos, matrimonios? ¡Venga esa taza de bebida amarga, sin alcohol, de residuos de vainas de cacao!

De ahí que los españoles, al invadir el hoy suelo mexicano en el sigo XVI, decidieran llevársela consigo, obviamente para ser consumida por las clases altas europeas. ¿De qué otra manera podía ser sino?

El año pasado, con mi familia, estuvimos de vacaciones por la Riviera Maya. Cancún, Isla Mujeres, Playa del Carmen, Tulúm y Cozumel. Isla Mujeres, soñado. Pero en Cozumel, que es una isla bastante grande, hay una simpática fábrica familiar de chocolate. De esas donde te cuentan la historia del cacao, y te dan a probar desde la semilla hasta cuando se va transformando y llega a contener muchos gramos de azúcar. Y salís de ahí pensando que hiciste un Máster en cacao. Por ahí les pasó, si fueron en Bariloche, a la antigua fábrica de chocolate que está en la Av. Bustillo al 1200, la que cuenta con un museo de gran porte. Yo a esa no fui, pero mi papá, que sí fue, cuando estábamos en la de Cozumel, ya se las sabía todas. De hecho, hasta nos dejaba que nosotros respondiéramos, porque él ya lo sabía y no nos quería aguar la experiencia. ¡Buena!

Y ya que les hablo de México y el chocolate... ¿Quieren que les cuente cuál era el título que tenía pensado para ésta reseña? Bueno, se los digo. El del libro de Laura Esquivel, escritora mexicana. "Como agua para chocolate". Pero la verdad... Es que no se las quise complicar... ¡Porque otra vez no iban a saber para qué diablos era el agua!

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                  Lucy Yuap

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