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Ajo y Agua

Desde la redacción nos llegó una nota sobre el a veces tan temido ajo, un condimento odiado para algunos y amado por otros.

Ayer me puse a preparar berenjenas en escabeche. Tenía que colocarlas en un recipiente para condimentarlas y cubrirlas con aceite por un par de semanas, y así se hagan del sabor tradicional. Entre capa y capa de rodajas de berenjenas iba a agregar granos de pimienta negra, hojas de laurel, ají molido y ajo.

Solía usar el diente de ajo entero, pero leí en alguna receta en internet, que debía cortarlo en láminas. Me pareció una buena idea, era un poco más innovador que picarlo. ¿Cómo lo digo? Para mí, picar ajo es algo placentero. Y ahora que lo iba a cortar en láminas... oh la laá!! 

El ajo es un condimento contradictorio. Tiene sus adeptos y también son muchos los que no lo toleran. Es muy intenso, será por eso que me resulta similar a una idea controvertida. Su aroma penetra sin piedad, difícil deshacerse del mismo cuando estamos en contacto.

¿Que si tiene propiedades benéficas? ¡Claro que sí! Entre las medicinales: ayuda a mejorar la circulación de la sangre, reduce niveles de colesterol, bueno como descongestivo cuando tenemos resfriados, excelente desintoxicante, depurando toxinas y eliminando parásitos. Todo un bulbo milagroso, ¿cierto? ¡Esos dientes pueden hacer magia! Ah... Pero pobre de aquellas personas que no lo toleran y lo repiten.

En la digestión, el ajo libera unas partículas volátiles sulfuradas, y si las personas tienen problemas del estómago, se hace más intenso aún. Es por eso que el ajo, en mi opinión, es un condimento contradictorio. Hace tan bien, como hace tanto mal. Lo cierto es que no es lo mismo si él no está en unas berenjenas en escabeche como hecho en casa, o en un potente guacamole, o hasta en unas patatas alioli (papas cocidas con una emulsión hecha de ajo, aceite y huevo). Éstas últimas... Un manjar que probé en Madrid, la primera vez que estuve por allí. El ajo es perfume, disfrute y placer para los que nos gusta... Y también puede ser una tortura para los que les cae mal... Como una idea, ya lo dije antes... Por lo pronto, hoy me topé con una cabeza de ajo en el cajón de las verduras, y sólo por placer, corté los dientes en láminas y los cubrí con aceite en un recipiente lindo que encontré.

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                 Lucy Yuap

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