Alexis Grierson / @alexisdechillar
Con novedades locales, con temas que dejaron tela para cortar e incluso, con amenazas de fondo latentes y que tendrán importantes definiciones en los próximos días, el mapa político olavarriense tiene “idas y vueltas” que serán interesantes para analizar en coyuntura. Todo, bajo la continuación de la cuarentena.
Cuando inició el aislamiento social, preventivo y obligatorio, allá por marzo, se bromeaba con el término “cuarentena” por su relación directa con que se tratarían de 40 días y el presidente había anunciado un aislamiento de tan solo 15. Incluso el término “cuarentena” en materia de salud proviene de la peste negra, en el siglo XIV, cuando comenzó a utilizarse para designar el periodo de tiempo en el que separaban a aquellas personas que se encontraban sanas de las enfermas para evitar la propagación de la enfermedad.
Esta semana, más precisamente el miércoles, se cumplirán 40 días de aquel anuncio. Y cumpliremos una cuarentena “y monedas”: hasta el 10 de mayo la situación, con flexibilidad, seguirá.
Un poco más flexibilizada, aunque con muchas restricciones aún. Durante la semana hubo varias manifestaciones bastante irresponsables acerca de la interrupción de derechos humanos con el aislamiento, con un claro mensaje de intentar generar presión para “levantar” la cuarentena. Como bien se dijo, bastante irresponsable. Queda claro que la intención es cuidar la salud de todos los ciudadanos, incluso entendiendo los riesgos económicos que eso conlleva. Bien vale el consejo, si podés, si realmente no tenés necesidad, quédate en casa.
En Olavarría, tras el pedido del Intendente Galli, se aprobó la solicitud de flexibilizar el aislamiento con rubros que ya habían sido habilitados con las estrictas medidas sanitarias de protocolo (sin abrir locales comerciales y con delivery, por ejemplo) y con la novedad de que las ópticas podrán atender con turnos previos.
Es una situación compleja pero entendible: otra vez, estamos ante las puertas de una renovación del aislamiento, con las preguntas latentes de los vecinos. ¿Por qué si hay solamente tres casos todo sigue casi igual? ¿Los vecinos que están bajo una profunda crisis, tienen que seguir aguantando a pesar de que Olavarría parece controlada? La respuesta es, justamente, que la situación no está controlada. Los picos de la pandemia están previstos para mayo, y más allá de que en la ciudad no hubo más de tres casos (y uno, afortunadamente, ya tiene el alta y fue declarado como paciente curado) todo está listo para eventualmente recibir casos.
Desde los controles en los ingresos (con algunos errores serios como la confusión por la terminación del DNI y su función) pasando por limitar la mayor circulación de gente en la calle, la intención es respetar y acompañar las decisiones de Nación y Provincia y trabajar para evitar que la gente se contagie, ni más, ni menos.
A esto debemos sumarle una reactivación lenta de la industria y bajo estrictos protocolos. Y lenta no sólo porque habrá menos trabajadores en las plantas: la demanda entendiblemente es más baja. Con la flexibilización de obras públicas y privadas en 9 provincias, quizás, el reinicio pueda ser con mayor ritmo. Y en un contexto tan negativo para la ciudad, no deja de ser buena noticia: como se dijo la semana pasada, hay que rezarle a “san obra pública”.
Idas y vueltas
En medio de todo este lío, llegó Berni. El controvertido ministro de Seguridad de la Provincia visitó la ciudad en medio de un tironeo por la participación de policías en los controles en los ingresos a las ciudades, y también en un camino de “idas y vueltas” entre Municipio y oposición en Olavarría.
Todo parece volver al cauce normal del inicio de pandemia: Juntos por el Cambio y el Frente de Todos volvieron a tener mayor contacto, mayor presencia y una mejor relación. Una fuente parte de dicha “tregua” la describió como “una relación de idas y vueltas”. Ante la pregunta de qué había pasado la semana pasada, la respuesta fue “esa fue la semana de las vueltas”.
La explicación subyace, según explicaron, en que “uno espera del otro ciertas reacciones, y cuando no se dan a veces hay enojos”. Sin embargo, todo parece ir en una tensa calma, pero sobre rieles.
No sale el sol para todos
Sin embargo, la visita de Berni dejó algunos pequeños reproches, enojos, y planteos sobre cómo se desenvuelve la política en este contexto de cuarentena.
“¿Por qué no invitaron a la diputada Schwindt a participar de la actividad de Berni?” se oyó el viernes de fuentes cercanas a la legisladora olavarriense en el Congreso por el Frente de Todos. Catalogaron la visita como positiva, pero “siempre se ven las mismas caras”.
En ese planteo, se habló de muchos “no avisos” pero tan sólo un sector vinculado a Schwindt acusó recibo de esta falta de invitación. Incluso, ante la consulta de Infoeme acerca de los enojos, la respuesta en la mayoría fue “no es momento para ese tipo de enojos, después que pase todo se verá”.
La incertidumbre del porvenir
La economía, como ya hemos reflejado en estos espacios, es una de las mayores preocupaciones no solo a nivel nacional, sino focalizada a nivel local. El anaranjado es una anécdota del pasado: Olavarría tiene sus arcas en rojo y muy complicadas de cara a lo que viene.
La próxima semana será de confirmaciones: una de ellas, es qué pasará con los salarios de los trabajadores municipales. Uno entiende que se pagarán en los tiempos legales correspondientes, pero esto es día a día y el escenario económico, realmente complejo.
También hubo una novedad interesante: el gobernador Kicillof anunció un “salvataje” para los Municipios en rojo y que, de esta forma, puedan pagar los salarios de los trabajadores. Noticia importante en la relación política del gobierno local con el provincial pero, además, importante para los tiempos de incertidumbre que corren.
Sin embargo, poco se sabe de la suma que le llegará a Olavarría (se conoce que 10 millones están asegurados pero resta confirmar otra suma) y no hubo una gran repercusión acerca de lo que sucedió en el encuentro con los intendentes opositores al gobierno bonaerense.
La respuesta a todas estas preguntas estará, probablemente, la semana que viene, la primera de una nueva etapa de aislamiento social. Una semana donde el concepto “cuarentena” se cumplirá de forma literal. A seguir haciendo esfuerzos.