Lamentablemente las historias de búsqueda de personas remiten al dolor, la desesperación o la angustia, pero entre ellas puede hallarse también una que remite al amor y a la dedicación. Infoeme habló con los referentes de la Escuela Canina Olavarría, una institución que surgió precisamente del amor hacia los perros y también al objetivo de poder ayudar a la comunidad en los momentos más dramáticos.
“La idea surgió de una charla de amigos a quienes nos gustan los perros”, narraron Abel Ruybal y Sergio Núñez. “Con la ayuda de Santiago (Santiago Virgile, quien tiempo después se sumaría de parte activa a la Escuela) adquirimos los perros y nos pusimos en contacto con gente para comenzar a entrenarlos en lo que es búsqueda de personas”, añadieron.
Así fue que poco después estaban concurriendo a la capital provincial a una capacitación, siendo luego parte de una ONG que los llevó a desempeñarse en ciudades tales como de Trenque Lauquen, Monte Hermoso o 25 de Mayo. Ese fue quizás el empujón que les faltaba para concretar aquel sueño que hoy en día ya cumple tres años de vida y cuenta, precisamente, en el plantel activo con Santiago Virgile y Gastón Vizzolini.
Desde ese entonces vienen tomando parte activa de la búsqueda de personas en nuestra ciudad y la región. También añadieron que “durante este tiempo hemos realizado capacitaciones y cursos en la cuidades de Baradero, Buenos Aires, General Madariaga y Tapalqué”.
Obviamente las filas de la Escuela Canina no solo se ven integradas por ellos 4, sino también por “3 canes raza Bloodhound, entrenados en rastro específico, 2 cachorros de la misma raza en formación y un cachorro de Schnauzer gigante comenzando en búsqueda de restos humanos”. Obviamente la conversación avanzó sobre esta tarea y se narró que “el trabajo que realizan nuestros perros se le denomina búsqueda por rastro especifico, es decir, se le muestra al perro un olor determinado de la persona perdida y el hará el camino realizado por la persona. Nuestros perros están entrenando habitualmente para estar preparado en cualquier momento”, se enfatizó.
En ese marco se pudo conocer un dato quizás desconocido pero sirve para dar cuenta no sólo del profesionalismo del entrenamiento, sino también del cuidado de los animales. “Luego de una búsqueda, hay que realizar un entrenamiento con una búsqueda positiva (que encuentre a la persona o rastro) para que el ánimo del perro no decaiga y termine animado”, se narró.
Por último, detalló también las severas complicaciones que lleva adelante el mantenimiento de la escuela, algo que no sólo se limita las búsqueda, crianza y entrenamiento, sino que además brindan capacitaciones y charlas informativas que avanzan también sobre el cuidado y tenencia responsable de mascotas, lo que los ha llevado a concurrir a distintas instituciones educativas, como por ejemplo la Escuela de Policía Juan Vucetich descentralizada Olavarría, que funciona en el Cerro Luciano Fortabat.
El dato no menor es que cada una de estas tareas la realizan con recursos propios, lo mismo que a las capacitaciones a las que concurren, por lo que apelaron también a la solidaridad de la comunidad, ya sean particulares o privados para “poder equiparnos y realizar alguna capacitación para estar en las mejores condiciones en el día de mañana”.