“Los tres sabemos hacer de todo un poco y tenemos las herramientas”. Flavio Mandagarán es un vecino de Cachari, una localidad ubicada a poco más de 100 kilómetros de Olavarría, en el partido de Azul. En la noche del último viernes, cuando cenaba junto a su pareja, ambos miraban las noticias y allí vieron cómo en otras ciudades se utilizaba una suerte de arco fumigador para higienizar y desinfectar los automóviles. El click en su cabeza fue instantáneo, por qué no hacerlo a la entrada a su pueblo.
Unos minutos después, en la misma computadora donde lo había visto, publicó en su cuenta de Facebook para ver cuán realizable era esa idea. El eco y la aceptación fue inmediata, sumándose dos vecinos y amigos “que se dan maña”. Se trató de Luis María Negrete y Gastón Jauregui. “A los tres minutos me llamaron y me dijeron “vamos a hacerlo”.
La historia cuenta con varios protagonistas, inclusive si se toma en cuenta a todos los colaboradores debería mencionarse a gran parte del pueblo. Pero entre ellos sobresale Mirko Refor, el jefe del cuerpo de bomberos voluntarios, al primero al que se lo consultó sobre la idea y quien se encargó de hacer las gestiones con otros actores clave, como por ejemplo la delegación municipal para tener el permiso de poder colocar ese artefacto a la entrada a Cacharí, a pocos metros del cruce con la Ruta Nacional N° 3.
Todos dieron el ok, por lo que faltaba únicamente poner las manos a la obra. En redes sociales se hizo una colecta pero fue tal el número de personas que quisieron ayudar que debieron cambiar de estrategia. Fueron a una ferretería y sacaron lo que necesitaban, “que nos hizo un buen descuento”, admitió. “Luego que la gente se acercara y pusiera lo que pueda, todo ayuda. Al día de hoy ya está todo pago, estamos muy agradecidos”, añadió.
La pregunta por parte de Infoeme fue la obvia, si era herrero o chapista. “Soy un laburante”, resumió. “Hago un poco de soldadura y otras cosas”, añadió. Sobre sus amigos narró “uno es herrero, pero también el albañil. El otro saca bollos de los autos”. “Los tres sabemos hacer de todo un poco y tenemos las herramientas”, sintetizó. “La idea surgió el viernes a la noche. El sábado a la mañana pasamos a retirar los materiales y ese mismo sábado a las 14 lo comenzamos a armar. El domingo a las 17.30 ya estaba colocado”, completó.
El punto a destacar, al igual que lo que ha pasado en Olavarría, es el gesto solidario en búsqueda del bien común. Hacer oídos sordos de aquellos que solo critican desde la comodidad y confort de la casa, algo que también ocurre en todas las ciudades. “Es un orgullo, algo que hicimos no para sacar beneficio, la idea es cuidarnos entre todos”, finalizó.
Tal es así que la estructura y el armado de las cañerías, una vez que pase la pandemia, serán donados a bomberos voluntarios. El jefe del cuerpo también habló con Infoeme y buscó desligarse de cualquier mérito, diciendo que su rol fue más bien de compañía que otra cosa. “Me contó la idea y me pareció bárbara”, narró de su recuerdo de la charla con Flavio, como antesala a llevarle la idea al delegado municipal.
“Han sorprendido a todos. Son los que tiene el mérito, nosotros sólo les dimos el apoyo”, concluyó.