En sólo una semana, el número de donantes de sangre descendió un 80%. Desde clínicas, sanatorios y hospitales advierten que si la situación no se revierte estarán en riesgo cirugías y atención de urgencias.
La advertencia surgió desde Adecra+Cedim, la cámara nacional que nuclea a prestadores de la salud privada (clínicas, sanatorios, laboratorios y centros de diagnóstico) en todo el país.
“Queremos garantizar a la población sana, que puede ser donante, que los espacios de donación no implican riesgo alguno”.
Esta problemática en torno a la donación de sangre "perjudica profundamente a nuestra sociedad, trayendo serias dificultades en el desarrollo de tratamientos y transfusiones a muchos pacientes, que no pueden suspenderse. Por eso hacemos este llamado a la población”, señaló Roberto Jorge Fernández, director Médico de Fundación Hemocentro Buenos Aires y presidente de la Cámara Argentina de Medicina Transfusional.
En paralelo, desde el Instituto de Hemoterapia de la provincia de Buenos Aires lanzaron una nueva campaña que reza “queremos sangre circulando” en la que convocan a las personas que se acerquen a donar. “Muchas personas lo necesitan para restablecer su salud”, aseguran. Y advierten que los profesionales fueron capacitados para extremar medidas de prevención e higiene”.