“Una vez que se comparte se pierde el control de la difusión del mensaje”, narró a Infoeme el doctor Lucas Moyano, quien días atrás en una entrevista con este Diario había afirmado que “aquel que divulgue o genere información falsa lo vamos a investigar y sancionar”. Ahora la novedad está dada en que esa advertencia se convirtió efectivamente en una causa contra dos personas, con el dato no menor que ambas son agentes de seguridad.
Días atrás la preocupación fue importante en la ciudad a partir de la activación del protocolo en uno de los accesos a la ciudad, donde los agentes de seguridad interceptaron a una persona proveniente de Mendoza con distintos síntomas. En algunas personas la incertidumbre fue aún mayor a partir de mensajes de audio que efectivos policiales enviaron a personas de su entorno más cercano, pero que luego llegaron a centenares de personas, no sólo de Olavarría, sino de toda la región.
El archivo llegó también a funcionarios municipales, que junto al reclamo de vecinos particulares, pusieron todo a disposición de la justicia, más precisamente el doctor Lucas Moyano, que avanzó en la identificación de los acusados, quienes en las últimas horas fueron notificados del inicio de acciones en su contra por el delito de “intimidación pública”.
En esa misma audiencia los agentes dieron su versión de los hechos y admitieron el error, o más bien que lo que hicieron fue con la intensión de que sus personas queridas se cuiden ante la pandemia y que luego todo se les fue de las manos. El reconocimiento de la falta y el tipo de delito, más aún el monto de pena, permitió que todo se encuadre en el artículo 56 bis del Código Penal y dar lugar a una instancia de “archivo condicionado”.
“Se reconoce la falta y se ofrece reparar el daño causado”, señaló Moyano quien para, precisamente, reparar el daño causado dispuso que la condición a cumplir sea una multa económica a depositar en la cuenta creada desde el Ejecutivo local para reunir fondos contra el Coronavirus.
Por último, pidió nuevamente responsabilidad y que se recale “en el daño que hacen las informaciones falsas o las falsas alarmas”. En ello también apuntó no solo a los que crean los mensajes sino también a quienes lo replican, pidiendo allí que se verifique el autor de archivo y su cotejo con medios confiables. “Tenemos que ayudar a los que están trabajando incansablemente”, concluyó.