Tras el análisis de una medida de fuerza por parte de los panaderos ante la posibilidad de que los molinos dolaricen la harina, desde la entidad que nuclea a las molinerías aclararon que no se dolarizarán las bolsas, aunque sí “se hará en casos de mora”.
Con las idas y vueltas del dólar, y los riesgos que eso conlleva, el sector agroindustrial se encuentra en un momento de importante suba de costos, que finalmente se traslada al precio final. En Olavarría, la noticia sobre las subas en el pan se volvió más que habitual.
La Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA) encendió las alarmas: denunciaron que los molinos cobrarían las bolsas de harina en dólares y se pidió dejar de comprar hasta tanto se retrotraiga esta decisión. Al estar atada a la divisa estadounidense, la suba de los costos sería hasta diaria, en algunos momentos.
Desde la FAIM, en tanto, se aclaró que al ser una commoditie, las molineras deben comprar el trigo en dólares. Tal es así, que lo único que no está dolarizado es la mano de obra, y representa el 8% del total de costos que tiene producir harina.
De todos modos, se desmintió lo señalado por los Panaderos y se aclaró que si son clientes morosos, y no existe voluntad de pago aún con refinanciamientos en pesos, recién en ese momento se dolarizará la deuda. Hasta tanto, puede haber etapas de negociación entre las partes conflictuadas.
Más allá de este contrapunto, tanto los molineros como así también los panaderos admitieron el difícil momento que atraviesa el sector y no descartaron, en el corto plazo, nuevas subas o en los costos, y consecuentemente en el precio final al consumidor de pan.