Tal cual fue anticipado por Infoeme en la tarde del jueves, poco después de su culminación, un allanamiento tuvo como escenario una escribanía ubicada en pleno centro local, donde condujeron las averiguaciones por una presunta estafa en una transacción inmobiliaria. El diálogo con investigadores permitió conocer nuevos datos.
Todo tuvo como escenario la Escribanía Catanzaro, situada sobre Hornos a metros de Rivadavia, en un allanamiento que fue realizado por personal de la DDI de Azul, que viajó exclusivamente a tomar parte de ese procedimiento. También lo hizo el fiscal de la causa, el doctor Ignacio Calonje, titular de la denominada fiscalía E (de Delitos Complejos), quien estuvo acompañado por la secretaria de esa UFI, la doctora Virginia Esquenazi.
Otra de las particularidades del proceso, y con la única premisa de garantizar la objetividad del mismo, fue que todo contó con la supervisión de una veedora que fue dispuesta desde el Colegio de Escribanos. Fue así que se logró el secuestro de diversos elementos, entre ellos una escritura puntual que sería la documentación oficial que se vincularía con la denuncia radicada el año pasado.
Cada uno de esos elementos ya se encuentra siendo sometido a diversas medidas de prueba, entre ellas el cotejo con aquellos escritos ofrecidos por la parte acusatoria. Asimismo, y como dato relevante, es que ya se requirió ante el Juzgado de Garantías la apertura para su análisis de los distintos teléfonos celulares que fueron incautados en el allanamiento.
Vale destacar, por último, que en ese procedimiento un profesional local quedó notificado formalmente del inicio de actuaciones en su contra, que en principio están caratuladas como “estafa” pero no se descarta que se pudiera incurrir en otros ilícitos.