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La semana política: entre fotos, polarizaciones y cuentas

Eseverri y Galli, en el ojo de la tormenta. Ganadores y perdedores de una imagen que levantó el clima de campaña. ¿Sirve para polarizar? Macri y Vidal, preocupados por una eventual derrota en la PASO: la primera será casi un hecho, ¿la segunda una sorpresa? Los cañones ya apuntan a la segunda parte de la campaña. Los stickers, los GIFs, las nuevas herramientas.

Alexis Grierson

@alexisdechillar

 

“Viene todo demasiado tranquilo” se escuchó prácticamente durante toda la semana. Es que no se siente, aún, un fuerte clima de campaña, aunque sí hubo momentos que sacudieron la calma: la casualidad generó, quizás, la foto (por ahora) de esta campaña: Eseverri y Galli juntos. Pero no es lo único que pasó, ni lo que se espera. Repasemos.

 

Con un trasfondo extraño, en la tarde del martes hubo un encuentro que de la casualidad generó mil lecturas: Ezequiel Galli y José Eseverri se tomaron un café en Capital Federal. La reunión entre los dos precandidatos a Intendente (uno para renovar, el otro para volver) generó un sinfín de interpretaciones y dudas con respecto a lo que sucederá, y que como mínimo los dos salgan a hablar al respecto.

 

 

Respeto mutuo, discurso anti grieta, y obra de la casualidad fueron los mensajes que arrojaron tras la viralización de la foto (con polémica, dado que se conoció que hubo ofrecimientos de venta de dicha imagen, algo que fue rechazado por varios colegas).

 

La interpretación que generó más coincidencia es que hubo un diálogo profundo sobre qué pasará en las elecciones, incluso algunos hablaron de “acuerdo político”. Los dos dirigentes dijeron que sí, que se habló de política, pero mostrándose, ante el otro, confiados en ganar las elecciones.

 

Y pasó algo más: en ese marco, se intentó aprovechar cada centímetro de oportunidad.  Eseverri buscó, en todo momento generar la polarización con Galli e intentar llevar el famoso “mano a mano” entre él y el Intendente y de esta forma, alejar a Aguilera. Acompañado, claro, de declaraciones y demostraciones en las que apunta directamente a Galli. Tienen una certeza: según sus propios sondeos, la polarización “está entre ellos dos” dicho por referentes del espacio. Ahora, siempre terminamos en el mismo camino: ¿qué pasa con el escenario nacional influyendo en el local?

 

No fue una lectura errónea, claro, pero en lo nacional Aguilera vuelve a sacar una pequeña ventaja, ayudado claro por Kicillof y Fernández. Los sondeos nacionales muestran, en promedio, que Fernández supera con un poco de comodidad a Macri y que Kicillof está con una luz de ventaja sobre Vidal. ¿Qué pasa más arriba?

 

 

La pelea nacional/bonaerense

 

No es algo menor. Sobre todo porque por primera vez, comienza a filtrarse la preocupación real de la posible derrota de Vidal en la Provincia de Buenos Aires. Pero antes de los pronósticos, vayamos a las certezas.

 

Está claro que Macri tiene todo para perder en la PASO: no hubo absolutamente ningún sondeo que lo muestre arriba de Alberto Fernández. Es cierto que la recuperación en las encuestas ha sido importante, pero no pareciera alcanzarle para superarlo. El camino fuerte, entonces, estará en reforzar la campaña de cara a octubre.

 

 

 

En la Provincia de Buenos Aires, más allá de la imagen (que a Vidal la sigue teniendo como una dirigente valorada incluso a nivel nacional) las intenciones de voto son “cabeza a cabeza” entre la gobernadora y Axel Kicillof, del Frente de Todos. Ahora, ¿qué síntomas se pueden observar sobre una posible derrota de la mandataria en la Primaria?

 

 

En medios especializados comenzó a filtrarse el discurso del gobierno bonaerense. Admiten que la chance de perder las Primarias (más allá de que no se elige nada) es “bastante alta”. Apuestan, claro, a lo que ha sucedido en 2015 y 2017: una levantada que de vuelta una elección y terminen ganando en octubre.

 

Una ventaja: los antecedentes ayudan. Una desventaja: no hay segunda vuelta, y en octubre pueden perder todo. Vidal sabe esto, y con el armado de listas lo demostró. Básicamente, plagó los primeros lugares de los candidatos a diputados y senadores provinciales de “vidalistas” (con el ejemplo de Carrara en la Séptima) y hacerse fuerte en el ámbito legislativo en caso de que Kicillof sea gobernador.

 

 

Otra desventaja: es sabido que la Provincia de Buenos Aires tiene una distribución de población despareja. Si lo trasladamos a Nación, Macri tiene la chance de descontar varios puntos en todo el territorio nacional, con provincias como Córdoba y Santa Fe, incluso Capital Federal, por citar tres ejemplos. Ahora, ¿de dónde puede descontar Vidal? En el conurbano Fernández-Kicillof tendrían una intención de voto “arrolladora”. ¿Se apoyará en el resto del territorio, el denominado interior de la Provincia? Todos mirarán a Bahía Blanca, Mar del Plata, La Plata, entre lo más destacado.

 

El voto local

 

En ese contexto, y con esas sensaciones, los olavarrienses irán a las urnas. Aguilera buscará sacar provecho de esa ventaja de Fernández y Kicillof para intentar acercarse lo máximo posible a Galli, al menos en la PASO (claro que si le puede ganar, mejor). Ahora, volvemos a un análisis de hace pocos días, ¿qué pasa con el corte de boleta?

 

El eseverrismo, otra vez basado en su encuesta (domiciliaria, como tradicionalmente las realizan) busca apuntar al corte de boleta para plantear una elección mano a mano con Galli, ni siquiera plantear una elección de tercios.

 

 

 

Pero corren un riesgo: caer en subestimar a Aguilera, que sigue mostrando un fuerte poder territorial, con recorridos en la calle casi a diario,  y que en ese sentido plantea un mano a mano con Galli, que también salió por los barrios y ya con las famosas “mesitas” en el centro de la ciudad.

 

 

 

Pareciera que por un lado se plantea el mano a mano en los números y el corte de boleta, y por el otro el mano a mano territorial. Sí, también con las propuestas, pero aún no hay protagonismo de ideas en el debate entre los vecinos. En las redes sociales también se puede ver, con viralización de videos, stickers, gifs, todo por Whatsapp, tal como se preveía antes de la campaña.

 

Más allá de las trabas que puso dicha red de comunicaciones para evitar el spameo de campaña, los dirigentes se las van arreglando para viralizar el contenido y de esta forma, llegar a los potenciales votantes. Y prestar un especial ojo a los “indecisos” que rondan en líneas generales el 10% y, en una elección tan reñida, pueden marcar la diferencia.

 

Tampoco olvidar, claro, el destino del Frente de Izquierda (que buscan meter a Carlitos Gil en el Concejo Deliberante), el POT y un poco más lejos, Mariano Lara, del Frente NOS. Después de esta nota (probablemente el lunes) veremos que todos pisarán, de verdad, el acelerador. Y se viene el real clima de campaña. Nosotros, mientras tanto, seguimos.

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