Mañana intensa en el recinto de la Sociedad Española: desde las 9.30, los concejales debatieron la Rendición de Cuentas 2018, esto es, los gastos realizados por el Municipio durante el año pasado. El proyecto original es cosa del pasado y finalmente fue aprobada una resolución propuesta por el propio oficialismo que tiene, consensuadas con algunos bloques opositores, observaciones realizados en seis expedientes. La alternativa propuesta por la oposición, con observaciones más duras, no logró la mayoría y ni siquiera fue votada dado que antes se aprobó la resolución de Cambiemos.
Celeste Arouxet presentó la Rendición, de la que señaló que fue presentada “en los plazos legales, con total transparencia y con una buena predisposición del cuerpo de funcionarios” y repasó la visita de las funcionarias Bezzoni y Gallastegui. “Estuvieron todos los expedientes a disposición”.
“Voy a defender la gestión del Intendente Galli, en nombre de nuestro bloque manifestamos predisposición y amabilidad” dijo.
Indicó que el año 2018 fue “de gestión y trabajo de equipo para nuestra ciudad” con un resultado financiero que indicaron como “sumamente positivo”: Los ingresos percibidos fueron de 2272 millones de pesos, con 2240 millones de gastos. De esa última cifra, 105 millones son “por el devengamiento de la deuda flotante anterior”. Es decir, Arouxet informó que hubo un ahorro corriente de 21 millones de pesos.
Es “el resultado de ahorro financiero más alto en los últimos 4 años” e informaron que 358 millones de pesos ingresaron del Impuesto a la Piedra, 76 millones fueron del Fondo Educativo, y el Municipio, hasta diciembre de 2018 hubo 2567 empleados, según Rafam.
También confirmaron que se brindó asistencia a 1300 familias con ayuda social, y durante 2018 se ejecutó el 100% del presupuesto destinado a políticas de género. Resaltaron el transporte público y estacionamiento medido, y Arouxet señaló que “hace cuatro años decíamos que Ezequiel estaba aprendiendo a ser Intendente, hoy podemos decir que Ezequiel tuvo su prueba superada, creemos que Olavarría acompañará esta gestión 4 años más”.
De todos modos, presentaron una propuesta alternativa aprobada por mayoría, con el acompañamiento del unibloque del Frente Renovador y Radicales Convergentes.
Las críticas
Quien inició las críticas hacia la Rendición fue el concejal de Foro Olavarría, Eduardo Rodríguez, quien indicó que “hay una falta de proyecto integral para el Partido. No hubo compra de tierras, urbanización, etc. Hay falta de horizonte de la gestión municipal”.
Señaló que en lo repasado por el bloque de Cambiemos, “hay un largo listado muy enamoradizo de la gestión diaria de un Municipio donde los programas y las gestiones vienen de gobiernos anteriores”.
Criticó (a posteriori lo harían otros concejales) la recaudación del Impuesto a la Piedra: señaló que es el 16,30% del total de lo percibido, y denunció que Galli “no cumple sus promesas” dado que “prometió en 2015 desarrollar un sistema de escaneo por láser y drones para optimizar el cobro del impuesto a la piedra. Galli, no cumplió”.
Además, indicó que el recurso “es utilizado para gasto corriente, y mitigar el impacto de la inflación del gobierno de Macri. Si no tuviéramos este Impuesto, todas las rendiciones serían deficitarias”.
Pidió, casi como propuesta, un “consenso político de los candidatos a intendente para destinar el Impuesto a la Piedra a obras en el Partido”.
También adelantó que haría observaciones a partidas de gastos, dado que “el 55% de los ingresos corrientes va a sueldos”. El concejal de Foro Olavarría destacó que “en Tierras y Viviendas los números son desoladores. Seguridad gasta más que Cultura, que ocupa el 3% del total presupuestario, lejos del 6% histórico de Eseverri”.
Finalmente, criticó el cierre del Matadero, tras una licitación que derivó en el cierre definitivo.
Marcelo Latorre profundizó las críticas, y dijo que “maquillaron los números, hay otra Olavarría, una ciudad oculta, sumergida”. Uno de sus primeros cuestionamientos fue el destino de dinero a los medios por pauta publicitaria, volviéndose “dependientes” del “dinero de los vecinos” dado que en campaña “las cifras aumentan día a día”.
Criticó la política de viviendas, la ausencia de planes de forestación, ni controles a empresas. “Hay más comedores, más merenderos, Olavarría se ve atravesado por el ajuste sistemático a pesar de los ingresos mineros y del campo”.
Quien tuvo una oratoria extensa, profunda e intensiva del análisis de la Rendición fue Margarita Arregui, del eseverrismo. Señaló el aumento de personal, y mencionó casos de “Locación de servicios” que no cumplen con la LOM ni con la Ley. El Municipio respondió, en diálogo con Infoeme, que en 4 años aumentó la planta un 11%, cuando en tiempos del eseverrismo lo hizo en un 57%.
Arregui habló de “mentiras de Galli” pero al Tribunal de Cuentas, dada las explicaciones brindadas por diversas observaciones realizadas desde el Concejo y también de oficio. Señaló que hubo ayudas sociales “sin destino claro” y un “80% de aumento de compra de alimento para La Máxima. Curioso, porque hay menos animales”.
Las denuncias prosiguieron en que “no hubo un peso para el Banco de Tierras” y un análisis de expedientes con varias irregularidades en pagos, en valores nominales de obras, etc.
Señaló que la emergencia en los caminos rurales fueron por “extraordinarias lluvias”, cuando “el promedio de lluvias en los últimos 20 años fue de 956 mm y hasta la fecha del decreto, en noviembre 2011, el promedio era de 911 mm”.
También confirmó que “el Municipio pagó cuatro cubiertas por rotura producida por una jauría de perros”.
“Esta es la tercer rendición de cuentas que tratamos de la administración de Galli, queda claro que nada cambió en estos ejercicios que hemos evaluado. Desde 2016 a la fecha se mantuvo una constante: improvisación, mentiras, desinversión, un gobierno ausente, falta de capacidad y creatividad para el manejo de recursos y un descuido absoluto de Olavarría” cerró.
Einar Iguerategui presentó una resolución alternativa aprobando los gastos generales aunque con observaciones en partidas por 41 millones de pesos, algo que fue aprobado por mayoría. En este punto, quedaron dos resoluciones en discusión.
Gabriela Delía (Radicales Convergentes) hizo hincapié en el Impuesto a la Piedra, destinado a gasto corriente. “El destino de los fondos debe cambiar” y Emilio Vitale también hizo un repaso largo de lo sucedido en los últimos años: “la relación de ingresos percibidos y gastos personal, siempre se mantiene por encima del 50%. Si bien son vecinos que consumen, y demás, son agentes municipales”.
Federico Aguilera, con un fuerte tono opositor y prácticamente en campaña, más allá de los señalamientos, también mencionó el Impuesto a la Piedra. “Es un gravamen que si fuera bien fiscalizado tendría una mayor recaudación. Cuando decimos que Olavarría merece más, es con estos recursos extraordinarios, que hoy está siendo dilapidado y malgastado por la gestión municipal”.
“Hoy, en condiciones normales, debería tener ingresos por 500 millones de pesos. De lo recaudado en 2018, solo el 40% estuvo orientado a infraestructura y obras” y reiteró que “si no fuese por este recurso, las cuentas del Municipio tendrían déficit operativo”.
Aguilera desmintió a Arouxet, y señaló que en la Partida de Género hubo “ajuste encubierto” y confirmó que el 50% fue a gastos de personal. “No coincidimos de dónde se sacan los recursos, la forma de administrar, hacia dónde se destinan y por eso rechazaremos la Rendición de Cuentas” aunque adelantó acompañamiento a las observaciones de la oposición.
Germán Aramburu, su par de bloque también realizó críticas similares y repasó los logros dichos por Arouxet: “si celebramos esto, estamos festejando una derrota” y endureció el discurso hacia Galli: “si dicen que aprobó con creces la gestión, creo que se la llevó a marzo y tiene algunas previas”.
Juan Sánchez fue quien cerró el momento de las oratorias, volvió a mencionar el dinero del Impuesto a la Piedra, de quien dijo que Galli prometió subirlo y luego “se desdijo” y si bien valoró que aumentó la recaudación en un 46%, “en el mundo de Macri pasaron cosas y la inflación fue del 48%”.
También entró en el juego de “desmentir” a Arouxet y dejó en claro que tanto Transporte Urbano y Estacionamiento Medido como mínimo “merece un análisis un tanto más exhaustivo”. Ante la clara negativa del bloque de Cambiemos que negaron con la cabeza, Sánchez denunció que Nuevo Bus “no indemnizó los años de antigüedad” y que aún le deben el sueldo a los trabajadores.
“No podemos tolerar este tipo de comportamientos con los trabajadores y vamos a rechazar la Rendición de Cuentas”.
Celeste Arouxet (Cambiemos) contestó a algunas de las críticas puntuales y, tras señalar que “nosotros no comparamos con la gestión anterior” ahora sí mencionó la gestión de Eseverri al indicar que “en 2015 había una deuda de 85 millones de pesos”. “Son los maestros del haz lo que yo digo, no lo que yo hago” y mencionó licitaciones catalogadas como “irregulares” tales como la limpieza del Hospital.
Einar Iguerategui salió rápidamente al cruce: dijo que el déficit con una ciudad “lleno de obras” no es lo mismo que un déficit “de gastos y llenos de personal”. Señaló que el equipo económico de Galli “es el mismo que tuvo Eseverri” y que el Tribunal de Cuentas “nunca observó nada de las acusaciones que nos hacen desde el bloque oficialista”.
“En octubre el vecino de Olavarría va a comparar las gestiones, no es necesario hacerlo acá”.
A la hora de votar, finalmente se rechazó el proyecto original del Ejecutivo, y se aprobó la Resolución propuesta por el bloque Cambiemos con aprobación general, pero observaciones consensuadas con algunos bloques opositores: el oficialismo tuvo acompañamiento del bloque Radicales Convergentes y el Frente Renovador. En total, hay observaciones en 6 expedientes.
La propuesta de ordenanza emitida por Cuidemos Olavarría ni siquiera llegó a votarse, dado que la Resolución fue aprobada antes en el orden.