Tras meses de espera e incertidumbre se iniciaron las tareas de mudanza y traslado de la policía Local hacia la sede construida en el barrio Pickelado, en un predio lindero en donde funciona la Dirección de Acción y Control Urbano municipal. Aún restan confirmaciones y proclamaciones oficiales para conocer la fecha certera de comienzo de gestión en las nuevas oficinas.
Tal cual fue anunciado por este Diario, las tareas de construcción culminaron a fines del 2018, por lo que todo hacía presuponer que la mudanza se concretaría con el inicio del 2019. Sin embargo, todo se siguió dilatando, a la par de las complicaciones, algo que recientemente también fue expuesto desde este mismo espacio.
Las novedades se postergaron mucho más y así pudo verse en el mediodía de este lunes, con el inicio de las labores de mudanza. Dos camiones completos de mobiliario y documentos fueron trasladados hacia la nueva sede, para su reacondicionamiento. Ahora sólo falta conocer la oficialización de la nueva sede.
La mudanza, no sólo significa el traslado hacia un espacio nuevo, sino también descomprimir un sector de la ciudad que se había constituido en un verdadero “polo policial” y que ocasionaba diversas complicaciones en materia de logística y organización. A la par, se traduce en la reasignación del espacio dejado en el primer piso del edificio de la comisaría Primera.
Ese sitio fue utilizado históricamente como hospedaje para jefes foráneos, una situación que actualmente le generaba un perjuicio económico al municipio, ya que afrontaba los costos de alquiler de otros inmuebles para solucionar esta cuestión.