“Es una guerra. No sé donde vamos a terminar con todo esto”. Rubén Quiroga ya ni sabe cómo poner en palabras eso que sucede del otro lado de la puerta de su casa en el barrio Facundo Quiroga II. Ya casi como acto reflejo tomó su teléfono y grabó a un audio a Infoeme en el que narró cómo de las piedras se pasó a las detonaciones de armas de fuego. Ocurrió en la noche del último domingo y pudo ser disipado en cuestión de pocos minutos, pero el temor aún es latente y alcanza a vecinos de barrios linderos.
“Lo de Quiroga es como el extremo de lo que pasa todos los días”, narró a Infoeme un vecino del barrio Luz y Fuerza a medida que daba cuenta de cómo los episodios allí también se suceden y que muchas veces se prefiere hacer silencio por temor a que todo se agrave aún más. “No se denuncian porque precisamente existe este miedo a la represalia de los pibes. Porque ya pasó alguna vez que denuncias, o salís de testigo de un hecho, y después lo mínimo que te hacen es empezar a rondarte en tu casa y gritar cosas”, completó.
El cierre de la pasada semana incluyó otro grave episodio en ese punto de la ciudad, donde una empleada municipal fue asaltada a plena luz del día cuando se dirigía a la parada del colectivo. Es por estos hechos que ese punto de la ciudad, tal cual fue detallado en otros artículos, cuenta con mayor personal policial abocado a las tareas preventivas. Sin embargo, cada descuido, cada intervalo en las recorridas es aprovechado por un grupo de jóvenes que tiene en vilo a los vecinos.
La consulta a autoridades cae en lugares comunes y el ya histórico reclamo hacia la fiscalía de menores, sobre la cual cada vez se entiende menos la demora en su puesta en marcha. Los vecinos añaden que no son sólo adolescentes los implicados, que hay también jóvenes mayores de 18 años, pero la vinculación de chicos menores hace que todo igualmente recale en la fiscalía de Azul. “A la distancia y con un papel frío no se puede explicar y entender lo que está pasando”, es una queja que se repite desde el área de seguridad, tanto municipal como policial.
Rubén Quiroga le contó a Infoeme que en su búsqueda de respuestas se reunió con funcionarios municipales, antes lo había hecho con policiales, la preocupación es recíproca. Correr el módulo de seguridad instalado en el barrio CECO hacia ese punto de la ciudad es una de las iniciativas en la que coinciden los vecinos, todo ya es una posibilidad. Lo concreto es que el temor y la incertidumbre siguen y se multiplican con el caer de la noche.