En el tradicional informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) se ratificó lo que se especulaba tras algunos meses de problemas económicos: hay un incremento en la cantidad de argentinos que no cubren sus necesidades básicas. Es decir, más pobres.
El último trimestre alcanzó su punto más alto desde que la UCA comenzó a medir estos parámetros, en 2010.
Cuando Macri asumió en diciembre de 2015, la pobreza alcanzaba al 29,2% de los argentinos. Hoy, según se informó, el 33,6% de la población está debajo de la línea de la pobreza. En apenas tres años, la pobreza se incrementó en 4,4 puntos porcentuales.
Si lo lleva a escala poblacional quitando los porcentajes, se estima que más de 13,2 millones de personas se encontraban debajo de la línea de la pobreza.
En el informe, de todas formas, se aclara que “no hay evidencias de una crisis socio-laboral extrema” pero “tampoco aparecen señales de recuperación".
"En tanto se mantenga el actual escenario recesivo, sólo cabe esperar un aumento del desempleo, los trabajos de subsistencia y de la precariedad laboral, y por lo tanto, de las desigualdades estructurales que afectan al mercado del trabajo, con efectos directos sobre la pobreza" advierte.