“Es simbólico”, afirmó Facundo Umpierrez, uno de los impulsores a nivel local de la Campaña Federal que promueve la separación del Estado de la Iglesia.
La respuesta surge ante las declaraciones de la Conferencia Episcopal Argentina que informó que trabajarán en pos de un esquema de "auto sustentabilidad".
Facundo señaló que “esto abre una puerta muy peligrosa y compleja”. ¿Por qué? Desde la Campaña consideran que tal vez se pueda buscar un financiamiento similar al que tiene la Iglesia católica en países europeos “donde recibe hasta un 0.08 por ciento de los impuestos de aquellas personas que estén declaradas o ‘dadas de alta’ en el culto católico”.
El cónclave de las máximas autoridades eclesiásticas tuvo lugar en Pilar. Las autoridades informaron que los 94 obispos "han confirmado aceptar el reemplazo gradual de los aportes del Estado (asignaciones a los Obispados, becas para los seminaristas y parroquias de frontera), por alternativas basadas en la solidaridad de las comunidades y de los fieles, asumiendo el espíritu de las primeras comunidades cristianas, que ponían lo suyo en común".
Estos aportes a los que hacen referencia la Iglesia, explicó Facundo, son “solo la punta del iceberg” ya que los aportes que se mencionan “vienen de un decreto de la dictadura que lo que hace es asignarle a obispos, a algunos capellanes de ‘iglesias de frontera’, sacristanes y seminaristas esta suma que ellos mencionan de 130 millones de pesos que cubre solamente sueldos”.
¿Por qué en este momento?
Facundo considera que la Iglesia se encuentra en un punto muy conflictivo y tratando de revertir una imagen negativa debido a que “gran parte de la sociedad se dio cuenta de que el culto católico –y también otras religiones como las evangelistas- atraviesan decisiones de la política que afecta a todos los ciudadanos, pertenezcan o no a esas religiones”.
Un ejemplo de esto para Facundo es lo que está sucediendo en Tucumán: “pretenden generar una legislación para que aquellas chicas que podían acceder al aborto legal se les niegue esto a través de una legislación provincial”.
Uno puede decir: son 130 millones de pesos, es mucha plata. Pero por ejemplo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, exime de pagar 300 mil pesos por mes a la Universidad Católica en impuestos por el inmueble de la universidad, aseguró Facundo.
Además mencionó el financiamiento de los colegios religiosos (tanto católicos como evangelistas) que reciben dinero por parte del Estado. “No veo mal que estas instituciones existan pero no creo que la totalidad de los habitantes tengan que pagar la educación de una creencia, de una fe. Ese dinero debería tener que estar invertido en escuelas que en la provincia de Buenos Aires sabemos lo que hace falta en materia de infraestructura”.
Apostasía colectiva en stand by
La Campaña es un movimiento que plantea la derogación de leyes y decretos. En la actualidad se encuentran elaborando un documento de adhesiones que será público en breve para que organizaciones a nivel nacional y regional se puedan sumar. Una vez finalizado, será presentado en el Congreso para su tratamiento.
Una de las principales acciones que generaron una adhesión importante fue la de impulsar “apostasías colectivas” para renunciar a la Iglesia.
Sin embargo, por el momento esto está paralizado. Facundo contó que “la Iglesia metió una traba burocrática” por lo que cada persona para cumplir el trámite tiene que ir a una parroquia de la localidad, con una carta de renuncia y mantener un dialogo con el sacerdote. No se puede renunciar de manera colectiva, sino individual.