Tras la apertura del período de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, la concejal Margarita Arregui (OpV) realizó un análisis del discurso del intendente Ezequiel Galli.
“Muchas cosas no quedaron claras. No existieron números, ni de inversión ni de presupuesto con respecto al 2016 ni al 2017”, consideró la ex funcionaria municipal.
Fue crítica respecto a la visión del jefe comunal sobre la cultura y expresó: “Uno ve lo que ha bajado respecto a los que estábamos acostumbrados los olavarrienses. Con el solo hecho de ir al Centro Cultural y ver que solo hay oficinas y el pasto te llega a las rodillas, realmente es vergonzoso”.
La edil eseverrista también cuestionó el anuncio de Galli sobre el aumento en la ayuda a personas con necesidades básicas insatisfechas: “Es por la crisis que vive el país. Uno lo tiene que tomar como que aumentó la cantidad de gente que necesita asistencia”.
Arregui se refirió con duros términos en relación a la obra pública al manifestar que “si no hubiese sido por el gobierno nacional y provincial no hubiesen podido realizar obras”.
En este sentido lanzó: “Si no fuese por Vidal y Macri, seríamos una ciudad solamente para pagar sueldos y prender las luces”.
“Habló de las mejoras en el Hospital, cuando no hay ni Ibupirac y no andan ni el tomógrafo ni el resonador”, criticó la concejal.
Otro de los puntos señalados por Arregui respecto al discurso del Intendente fue que “cuando habla de generación de empleo habla de los 500 empleados nuevos que ingresaron al Municipio”.
Al ser consultada por el destino de los fondos que ingresan al Municipio por el Impuesto a la Piedra, la concejal de Olavarría para la Victoria señaló: “En 2015, de los 153 millones de pesos que se invirtieron en obra pública, 140 eran exclusivamente lo que había ingresado por el impuesto a la piedra. Tanto durante la gestión de Helios Eseverri como de José Eseverri,lo que ingresó por el impuesto a la piedra fue dedicado pura y exclusivamente para obra pública”.
“Ahora se utilizó el Impuesto a la Piedra para pagar sueldos”, concluyó Arregui. “La ciudad estaba acostumbrada a esto y lo hemos perdido”.