Según recuerda El Norte de San Nicolás, Fernández, de 26 años, fue asesinada a golpes. Walter, que había sido su pareja, había sido denunciado por la propia víctima por abuso sexual dos meses antes de que este la asesinara. Tras el crimen, el hombre huyó a Perú y durante el viaje conoció a “Dulce” Centeno Taipe, una mujer trans de nacionalidad peruana a quien estranguló. Confesó el crimen, fue detenido y condenado en ese país donde agotó una pena a diez años. Cuando regresó a Argentina fue capturado y alojado en la UP3, donde permaneció en el Pabellón N°7 a la espera del juicio.
La parte acusadora, a cargo del fiscal Jorge Leveratto, había pedido la pena máxima para el imputado por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber sido realizado en contexto de violencia de género. En su teoría del caso, reconstruyó el hecho, basándose en los dichos de testigos, describiendo que entre las 3 y 3.45 de la mañana del 3 de abril de 2013 Walter se encontró con la joven, caminaron varias cuadras, discutió con ella recriminándole que lo hubiese denunciado por abuso sexual. Aseguró que al llegar a la zona de la costanera alta (ex Parque Presidente Perón) la golpeó hasta matarla y luego huyó. Explicó que la joven se encontraba en situación de extrema vulnerabilidad, que tomaba medicación psiquiátrica y que había una curatela iniciada para protegerla.
Entre los elementos de prueba, el fiscal se apoyó en el relato de testigos que los vieron juntos momentos previos a la muerte de la víctima y, entre otros indicios, fue clave una campera que tenía en sus bolsillos las estampitas que la joven entregaba a cambio de dinero. (DIB)