Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los controles prenatales deben ser tempranos -idealmente antes de las 12 semanas-, regulares (al menos ocho durante todo el embarazo, con mayor frecuencia en el último trimestre), integrales, de alta calidad, accesibles y centrados en la mujer, respetando siempre su autonomía y dignidad.
“Estos controles no solo permiten evaluar el desarrollo del embarazo y detectar de forma temprana posibles complicaciones sino que también fortalecen el vínculo entre la embarazada, su familia y el equipo de salud. En cada consulta, la mujer encuentra un espacio de contención, orientación y confianza para resolver dudas y recibir acompañamiento”, explicó la doctora Valeria Valko, ginecóloga de OSPEDYC.
Monitoreos y medidas preventivas
Durante estos controles se monitorea el crecimiento fetal mediante la medición de la altura uterina, la escucha de latidos y la realización de ecografías cuando están indicadas. También se controlan parámetros como la tensión arterial, el peso materno y los análisis de laboratorio, fundamentales para detectar complicaciones como hipertensión, diabetes gestacional o problemas en el crecimiento del bebé.
“Los controles –continúa Valko-, incluyen medidas preventivas como la aplicación de vacunas, la suplementación con hierro y ácido fólico, y la entrega de pautas sobre alimentación saludable, actividad física y señales de alerta. Este seguimiento también prepara a la mujer para el momento del parto, ayudándola a saber qué esperar y cómo atravesar el proceso de forma informada y segura”
Abordaje integral
La tasa de mortalidad materna en Argentina ha disminuido de 80 (2000) a 33 (2023), lo que indica que es inferior al promedio regional. La tasa de mortalidad materna se refiere al número de mujeres que fallecen por causas relacionadas con el embarazo durante el mismo o dentro de los 42 días posteriores a la interrupción del mismo por cada 100.000 nacidos vivos.
Está comprobado que el acceso a controles prenatales de calidad reduce de manera significativa la mortalidad materna y neonatal. Un abordaje integral —que contemple tanto la salud física como el bienestar emocional— permite transitar el embarazo con mayor seguridad, confianza y tranquilidad.
“Cuidar a la madre y al bebé desde el inicio es fundamental. Por eso, invitamos a todas las embarazadas a mantener sus controles al día y a consultar con su obstetra ante cualquier duda. La prevención y el acompañamiento son las mejores herramientas para un embarazo saludable y un comienzo de vida lleno de oportunidades”, finalizó Valko. (DIB)