Así lo informó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), que representan el 48% de las exportaciones nacionales.
Esta abrupta baja se da tras uno de los mejores septiembre de la historia tras la baja temporal de las retenciones a cero, que trajeron más de US$ 7.000 millones en ese mes.
El mes de octubre estuvo marcado por los embarques derivados del régimen especial del Decreto 682/2025, que suspendió temporalmente los derechos de exportación. Según explicaron las entidades, el ingreso de divisas registrado corresponde en gran parte a anticipos realizados en septiembre, mes en el que se habían adelantado operaciones para aprovechar el beneficio impositivo.
El futuro de las liquidaciones y las retenciones
Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advirtió que el adelantamiento de ventas podría generar una marcada caída hacia fin de año. De acuerdo con sus proyecciones, entre octubre y diciembre las liquidaciones alcanzarían apenas US$3.900 millones, una cifra por debajo del promedio histórico reciente y cercana a los niveles mínimos del último lustro.
A su vez, en este último mes cayeron además las ventas de los productores a la industria/exportación, principalmente de soja. Al 15 de octubre (últimos datos oficiales) se comprometieron 38 millones de toneladas del poroto, el 77% de la producción estimada para esta campaña. Sin tener en cuenta las últimas dos grandes sequías (2022/23 y 2017/18), es el avance de compras proporcional más importante en los últimos catorce años tras la baja de las retenciones cero que dispuso el Gobierno.
Pero a medida que fueron pasando los días tras el cierre del cupo de la baja de las retenciones a cero, las cotizaciones de soja comenzaron a descender en dólares. Estos factores llevaron a mermar la comercialización, que promedió de 58.000 toneladas diarias contra unas 300.000 toneladas que se habían vendido cuando los precios eran más tentadores.
Cabe4 destacar que la liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial.
La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que no existen retrasos en la liquidación de divisas. (DIB)