En un octubre atravesado por la incertidumbre económica y las tensiones del calendario electoral, el mercado automotor no logró recuperar terreno en materia de financiación. Los instrumentos prendarios, clave para sostener la compra de vehículos nuevos y usados, mostraron una nueva contracción y cerraron el mes sin señales de repunte.
Según datos de SIOMAA, se inscribieron 32.540 prendas en todo el país, cifra que representa alrededor del 15% del total de operaciones. Si bien el crédito mantuvo un rol relevante en el movimiento general, la caída fue evidente: las prendas vinculadas a vehículos 0km retrocedieron un 13,1% frente a septiembre, y su participación en los patentamientos cayó al 43,1%, el nivel más bajo del año. La baja se potencia si se considera que las ventas de autos nuevos ya habían disminuido un 7,1% en el mismo período.
En el mercado de vehículos usados, la tendencia también fue negativa. Históricamente más volátil, este segmento volvió a ofrecer números débiles y alcanzó valores mínimos de participación, reflejando el impacto directo de la falta de previsibilidad económica sobre las decisiones de compra financiada.
A pesar de este freno coyuntural, el balance de 2025 sigue mostrando un dato estructural: el uso de prendas creció con fuerza durante el año, acompañado por un aumento significativo en las ventas. Esa combinación evidencia que, cuando el contexto macro ofrece estabilidad, la financiación se convierte en un motor decisivo para dinamizar la actividad.
Con las elecciones ya superadas y la mirada puesta en la recuperación del consumo, la industria automotriz aguarda un escenario más claro que permita reactivar el crédito y sostener la demanda en los meses finales del año.