Murió Silvina Luna a los 43 años. Estaba internada en el Hospital Italiano desde hacía tres meses. Su calvario había empezado hacía más de una década tras someterse a una cirugía estética con Aníbal Lotocki.
A raíz de esta situación, Luna esperaba un trasplante de riñón y mientras tanto, necesitaba hacerse diálisis tres veces por semana en sesiones de cuatro horas ya que sus riñones dejaron de funcionar. A principios de junio había contado con ilusión que empezaba el camino al trasplante, pero que todo se demorado por haber contraído una bacteria. Ese fue el inicio de una pelea de semanas que le terminó costando la vida.
En las últimas horas, los médicos comunicaron que la actriz tenía una nueva bacteria. Su cuadro era irreversible y su familia había decidido desconectarla.
El fallecimiento de Silvina Luna causó gran impacto entre sus amistades, sus seguidores y la comunidad artística, que desde que se supo la gravedad de su cuadro convocaron a cadenas de oración y llamaron a donar sangre, en una iniciativa movilizó a la opinión pública. Pequeñas muestras de amor originadas en un caso que conmovió a todos, tanto por la juventud de Silvina como por lo injusto de su muerte.
La salud de Silvina se fue agravando con el correr de los días y en las últimas horas había vuelto a ser intubada. Este miércoles, Fernando Burlando se refirió al cuadro que atravesaba su defendida. “Está luchando por su vida”, aseguró.
En referencia al metacrilato, material utilizado por el cirujano Aníbal Lotocki en el procedimiento estético, el abogado agregó: “Hacé de cuenta, es como un motor que tiene que estar lubricado, y se lo coloca arena y piedra. Eso es lo que pasa con esta porquería”.
“Esta sustancia se transformó en un veneno para ella, afectó los riñones como podía haber afectado cualquier otro órgano”, explicó Guillermo Lobo al aire de TN.
Fuente: TN e Infobae.