A mediados de septiembre comenzó a regir la nueva tasa de interés de 75 por ciento para los plazos fijos en pesos, una medida del Banco Central como una forma de evitar que la suba de precios afecte a los ahorristas.
La suba de tasas de interés pasó de 69,5% a 75%. Se trata de la tercera suba de tasas de interés que aplica el BCRA en los últimos meses, luego de que el 28 de julio subiera 800 puntos la tasa de Leliq, que pasó de 52 a 60% anual, y el 11 de agosto se fijara una suba de 950 puntos, para alcanzar el 69,5% anual.
El objetivo de la medida es normalizar la estructura de tasas de interés activas y pasivas de la economía para acercarlas a un terreno positivo en términos reales, que ayude a frenar la inercia de precios y a consolidar la estabilidad financiera, cambiaria y la acumulación de reservas internacionales alcanzada en las últimas semanas.
Los ahorristas que inviertan un monto de $80.000 en un plazo fijo tradicional en el Banco Provincia, a un lapso de 30 días, conseguirán una cifra que llega a $85.000. Es decir, los pesos "extras" que se ganarán con ese dinero depositado serán $5.000 (6,25%).
Para "aumentar el incentivo al ahorro en pesos", el BCRA elevó los límites mínimos de las tasas de interés sobre los plazos fijos de personas humanas, estableciendo el nuevo piso en 75% anual para las imposiciones a 30 días hasta 10 millones de pesos.
Esto representa un rendimiento de 107% en términos efectivos anuales, mientras que el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado (personas o empresas) tendrán una tasa mínima garantizada de 66,5%, lo que representa una tasa efectiva anual de 91%.
La suba de tasas forma parte la estrategia nueva estrategia de política monetaria fijada por el BCRA, que busca establecer un sendero de tasa de interés de política de manera de propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local y de preservar la estabilidad monetaria y cambiaria.