Un coche fúnebre sufrió un inesperado incidente en la ruta 22 en Neuquén y el ataúd y el cadáver que trasladaba quedaron desparramados en medio del asfalto.
El diario La Mañana de Neuquén confirmó que el incidente ocurrió en la localidad de Senillosa, a 33 kilómetros de la capital provincial. Una de las puertas del coche fúnebre se abrió durante el traslado de un cuerpo por motivos no precisados y entonces el cajón se cayó del vehículo.
Se ignora las causas que motivaron la apertura de la puerta del vehículo y a qué velocidad venía el coche fúnebre. Tampoco se detalló a qué cementerio se dirigía o si los deudos circulaban detrás en otro auto.
El conductor clavó los frenos del vehículo sin entender lo que había sucedido tras escuchar un fuerte estruendo. Al levantar la vista observó la puerta trasera del vehículo abierta. Al descender del coche, se encontró con una escena increíble y la desesperación abrazó a todos los implicados.
El ataúd y el cadáver permanecieron durante varios minutos sobre el asfalto. La escena sorprendió a los automovilistas que se toparon con esa imagen lúgubre, mientras el personal de la funeraria hacía señas para que aminoraran la marcha.
Un llamado telefónico alertó a la policía en medio del estupor que rodeaba la increíble escena. Después de unos cuantos minutos, efectivos de la policía de la provincia de Neuquén llegaron al lugar y taparon el cuerpo. Luego, con ayuda de una camilla, los policías lo introdujeron en una camioneta blanca que se acercó hasta el sitio para trasladar el cadáver otra vez a la funeraria.
El tránsito estuvo interrumpido durante un largo tiempo en la zona, en medio de la curiosidad y la sorpresa de decenas de automovilistas que detenían su marcha para sacar fotografías que pronto se viralizaron en las redes sociales.