El presidente de Haití, Jovenel Moise, fue asesinado este miércoles por hombres armados que perpetraron un asalto a su residencia en el barrio de Pelerin de Puerto Príncipe. Así lo informó el primer ministro interino, Claude Joseph, quien agregó que en el asalto también resultó herida la primera dama, Martine Moise.
“Esta mañana mismo, a la una de la mañana, 7 de julio, un grupo de personas no identificadas, que hablaban en español e inglés, asesinaron al presidente de la República. El presidente ha muerto a causa de sus heridas”, relató el primer ministro interino.
Aparte de eso, Joseph llamó a la calma de la población y aseguró que la “situación de seguridad del país está bajo control”. También manifestó que la policía y el ejército se encargarán de mantener el orden.
“La democracia y la República vencerán”, concluye el comunicado.
El primer ministro condenó el magnicidio, al que calificó como “un acto de barbarie”.
Después del asesinato, República Dominicana cerró su frontera con Haití. El presidente Luis Abinader ordenó el cierre de los cuatro pasos fronterizos con Haití y dispuso el refuerzo de la vigilancia en la zona, según dijo un responsable del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront). República Dominicana y Haití cuentan con cuatro pasos fronterizos oficiales, aunque la mayor parte de la frontera, de cerca de 380 kilómetros de extensión, no cuenta con vallas divisorias. El aeropuerto de Puerto Príncipe también fue clausurado y las aerolíneas que vuelan a la capital haitiana suspendieron o desviaron sus vuelos.
Desde la Casa Blanca, por su parte, calificaron de “horrible” el asesinato del presidente de Haití y afirmaron que Estados Unidos estaba dispuesto a “ayudar” en la investigación.
El primer ministro británico, Boris Johnson, también sumó su opinión y afirmó estar “conmocionado” por este “acto odioso”.
Asimismo, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, también condenó el asesinato y llamó la unidad en el país para conseguir superar la crisis en la que está inmerso.
Moise ha gobernado por decreto Haití, el país más pobre del continente americano, después de que las elecciones legislativas previstas para 2018 se retrasaran. El presidente se enfrentó a una fuerte oposición por parte de sectores de la sociedad que consideraban su mandato ilegítimo. En los últimos cuatro años el país tuvo siete primeros ministros. Estaba previsto que Joseph fuera sustituido esta semana tras tres meses en el cargo.
El asesinato se produjo dos meses antes de las elecciones presidenciales y legislativas convocadas para el próximo 26 de septiembre, unos comicios en los que Moise no podía ser candidato. Él mismo había convocado para la misma fecha un referéndum para aprobar una nueva Constitución, después de haber sido aplazado dos veces debido a la pandemia de coronavirus. La reforma constitucional, destinada a reforzar el poder ejecutivo, ha sido rechazada mayoritariamente por la oposición y muchas organizaciones de la sociedad civil.
Las crisis política comenzada en 2018 vivió su momento más grave el pasado 7 de febrero, fecha en la que Moise denunció que la oposición, con el apoyo de jueces, tramaban un golpe de Estado.
A partir de estos conflictos, Haití se encuentra atravesando una honda crisis de seguridad que se ha agravado en especial desde comienzos de junio por luchas territoriales entre las bandas armadas que se disputan el control de los barrios más pobres de Puerto Príncipe. El aumento de la violencia se responsabiliza también a facciones radicales de las propias fuerzas de seguridad. Aparte de eso, el país convive con la pobreza crónica y recurrentes desastres naturales. (Infobae)