Durante el segundo día hábil de “confinamiento estricto” tras las medidas anunciadas el último jueves, los comercios de la ciudad tratan de incorporarse a la nueva dinámica que el gobierno estipuló para el sector, que incluye imposición de trabajar sólo a partir de la modalidad delibery y con restricciones horarias que tienen como tope las 18 para el caso de los comercios no considerados esenciales.
La medida vigente en el nuevo DNU, vigente hasta el 30 de mayo, estipula que los comercios esenciales como supermercados, almacenes, ferreterías o kioscos podrán funcionar entre las 6 y las 20, mientras que los no esenciales pueden hacerlo de 6 a 18 y sólo bajo la metodología delivery.
Es por esta razón que los comercios de la ciudad se vieron obligados a implementar una nueva modalidad de atención que no incluya entrar al local, pero sin dejar de atender a la gente que de todas maneras se acercan al comercio.
En esta línea, una de las comerciantes olavarrienses contó que “lo que se está haciendo en la mayoría de los comercios es poner un recibidor en la puerta, con alcohol para las manos, entonces recibimos y atendemos al cliente desde ahí”.
Es así que al día de hoy se pueden ver muchos “mostradores” improvisados justo en la puerta de diferentes locales que, ante la imposibilidad de recibir gente en su interior, deciden “atender a la gente desde afuera”.
Aparte de eso, la atención se complementa con el servicio de delivery, la modalidad “permitida” por el DNU municipal.
Según los comerciantes olavarrienses, el servicio de envíos “se coordina con el trabajo de cada local con las redes sociales”. “La gente puede encontrar nuestro productos tanto en Facebook como en Instagram y pedirlo, y de ahí coordinamos para enviar los productos por motomandado. Somos muchos los que estamos trabajando de esa manera”, explicó un comerciante local.
“Además tenemos la atención en la puerta, pusimos una suerte de pequeño mostrador, con la distancia bien delimitada y sanitizante, para que la gente desde ahí nos haga su consulta y poder atenderlo”, agregó el referente del rubro.
En el caso de los locales de ropa que decidieron implementar este tipo de atención, los propietarios explicaron que uno de los grandes inconvenientes es “la imposibilidad de probarse” ya que, por cuestiones de somatización, es poco recomendable que los clientes se manipulen prendas o calzado. “En algunos casos hemos puesto determinadas prendas en cuarentena, pero se torna difícil, así que todos tratamos que haya la menos cantidad de manipulación posible de los productos”, manifestó al respecto uno de los comerciantes locales.
En relación a movimiento y la demanda registrada en estos dos últimos días, varios de los comerciantes consultados afirmaron que, más allá de las nuevas normativas, “el movimiento en la calle sigue igual” y no se han percibido bajas considerables en el número de clientes.