Los restos del kiosquero Roberto Sabo, asesinado a balazos el domingo pasado, fueron velados este martes en la localidad de Morón. Sin incidentes, con respeto y un clima de gran pesar por lo ocurrido, familiares y vecinos acudieron al último adiós para el comerciante.
Pedro y Nicolás, el padre y uno de los hijos de la víctima, exclamaron que “la gente está harta y hay que cambiar algo”.
Pedro apuntó al gobernador Axel Kicillof, de quien dijo “no apareció ni llamó” y destacó el gesto del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, quien se acercó hasta su casa. “Al menos dio la cara y se hicieron cargo del sepelio. También, le manifestamos que necesitamos seguridad en el kiosco y nos expresó que iba a poner, pero no alcanza”, dijo el hombre profundamente conmocionado.
En el velorio estuvieron también la exmujer de Roberto y su viuda, Patricia, junto a su hijo más chico. También se acercó el ingeniero Juan Carlos Blumberg, cuyo hijo fue secuestrado y asesinado en 2004. (DIB)