Las reuniones sociales siguen siendo uno de los principales focos de contagio, según se desprende de las averiguaciones epidemiológicas que realizan los profesionales de la salud cada vez que detectan un caso positivo. Y en la conferencia de este sábado las autoridades dieron solo un ejemplo para que los vecinos de Olavarría tomen consciencia: en sólo dos horas recibieron 26 denuncias por reuniones y fiestas clandestinas.
“Reforzamos el pedido de no hacer reuniones sociales, de seguir respetando el distanciamiento, el uso de tapabocas, los cuidados de higiene personal. Tenemos que seguir cuidándonos, cuidar al otro, vamos a hacer hincapié en esto”, planteó el intendente Ezequiel Galli durante la conferencia, en la que hizo hincapié que de sostenerse esa conducta la ciudad puede retroceder a la fase 3 en las próximas semanas.
La consulta para el jefe comunal fue si no se podían intensificar los controles y las sanciones para este tipo de conductas. Galli aclaró que hay controles y son eficaces. Y graficó que el sábado de la semana pasada lograron desarticular una fiesta con 30 personas. “Las multas existen, pero apelamos a la responsabilidad social”, dijo el intendente.
En ese punto, contó que el viernes en apenas dos horas el área de Control Urbano del municipio recibió 26 denuncias en apenas dos horas. “Control Urbano hace lo que puede, pero nada alcanza”, sostuvo el jefe comnal.
En la misma línea, planteó que el municipio no puede ir casa por casa a ver qué ocurre en el interior. “El Estado paternalista no significa ver qué hacen los ciudadanos minuto a minuto”, cerró.