Un vecino del barrio Luz y Fuerza fue infraccionado por autoridades municipales ante el presunto funcionamiento de un gimnasio clandestino en el patio de su vivienda.
La situación, que había sido alertada a las autoridades mediante la aplicación “Ojos en Alerta”, se descubrió el último martes por la tarde.
Ante el arribo de los inspectores municipales y personal policial del CPO, el propietario se habría negado a interrumpir las clases.
Según explicaron fuentes municipales, el vecino “no contaba con habilitación” y se encontraba infringiendo el decreto municipal.