Liliana Cuenca sabe de acompañar y solidaridad, esos son precisamente los pilares de la agrupación que integra junto a otras mujeres para ayudar a víctimas de abusos sexuales. Sin embargo esta vez la conversación, y por consiguiente la presente nota, nada tiene que ver con eso. Desde hace ya unos días en su mesa de trabajo cambió las causas judiciales por la máquina de coser y la tela quirúrgica para confeccionar decenas y decenas de barbijos que ha ido donando a numerosas personas e instituciones.
“Desde el viernes pasado que estoy confeccionando”, narró a este Diario, como antesala a detallar que ya lleva 350 barbijos donados. “Tengo un taller acá en mi casa”, continuó y detalló que gracias a ello era que contaba con material disponible, sin embargo confesó que “no pensé que iba a ser tanta la demanda”.
Fue una de sus hijas quien publicó en la red social Facebook, más precisamente en una página de compra y venta local, que quien necesitara barbijos que les avisara, que tenían para donar. Lo que vino luego sería inesperado, ya que las réplicas, ya sean reacciones como comentarios o compartidas se cuentan por centenares. “La demanda es muchísima”, insistió.
Es increíble, y también doloroso, que aquellas personas que realizan un gesto solidario deban anticipar la jugada de los críticos crónicos y como quien dice atajarse, aclarar que “esto lo hago de corazón, nadie me regaló nada”. No le pasa sólo a Liliana, similares fueron los términos semanas atrás por parte un motomandados que ofrecía sus servicios gratuitos para adultos mayores. “Para evitar malos comentarios”, añadió, en algo que tristemente se reitera en situaciones tan positivas como destacables, como lo es este caso.
Pero vayamos a lo importante, quienes quieran tener su barbijo aún están a tiempo y sólo deberán hacer click aquí para llegar a la publicación donde está toda la información. Al día de hoy personal de centros médicos y asistenciales, sean profesionales de la salud o auxiliares, agentes penitenciarios, funcionarios policiales, trabajadores de geriátricos, motomandados, deliverys y vecinos en particular ya tienen el suyo.
También a través de esa misma vía podes acercar tu ayuda y consulta para que se hagan más barbijos, ya que se creó también un grupo de WhatsApp en el que más personas solidarias aportan para cuidarnos entre nosotros y, a la par, cuidar también a quienes nos cuidan.