“Pasión de multitudes” hemos escuchado decir en incontables oportunidades sobre el fútbol, sin embargo ese mismo deporte no es el mismo para las mujeres que lo practican. A 125 años del primer partido oficial, una de las pocas entrenadoras mujeres en las canchas olavarrienses deja su opinión a Infoeme.
Marina Reyes no se olvida de esta fecha, tampoco del 16 de marzo cuando Claudio Tapia anunció en la Asociación de Fútbol Argentino la profesionalización de la actividad para la rama femenina. Son fechas importantes, importantísimas para un gran número de deportistas que aún en el siglo XXI siguen haciéndole frente a actos de discriminación por patear una pelota.
Cuenta la historia que alrededor de 10000 personas presenciaron aquel partido disputado en Londres. Poco importó el resultado y tal vez nadie recuerde los equipos, pero todos hicieron hincapié en que por primera vez las mujeres dejaron de usar polleras y destacando aquello sostuvo la entrenadora de Ferro: “Fue el inicio, hoy las cosas cambiaron pero desde aquellos tiempos hasta estos, tenemos que seguir luchando por la igualdad y por la libertad de hacer lo que tengamos ganas de hacer”.
La misma DT detalla que cuando ella se inició hace más de 20 años era jugadora dentro de un equipo de varones, después pasó a un equipo femenino que participó durante años de una Liga Amateur y que desde hace 4 años lidera el proyecto en Ferro y “no es poca cosa, siempre trabajamos desde la formación porque creemos junto con mi compañero -Pablo Garay- que es lo fundamental para seguir creciendo y para que el proyecto nunca llegue a su fin”.
“Hoy podemos decir que por suerte Olavarría tiene una Liga oficial con 13 equipo en Primera División y 6 en Sub15, igualmente creo que es muy necesario trabajar más en la formación, lograr que haya más equipos de menores y más formadores docentes” resalta la entrenadora “carbonera” que tiene alrededor de medio centenar de futbolistas entre los 6 y los 30 años.
Marina Reyes es profesora de educación física, amante del deporte y defensora de sus derechos en un ambiente donde “aún se sorprenden cuando ven una mina que la mueve” pero destaca que si bien hay mucho por mejorar no hay que olvidarse que “no es sólo deporte”.
Inundada de recuerdos con la pelota, “Maru” recordó a Claudio Pinedo, su formador y uno de los impulsores del deporte en la ciudad. “Aprendí y replicó todo de él, sobre todo en la parte de formación y ni hablar que por ser parte de uno de sus equipos conocí a mis mejores amigas”.