Alrededor de las 21.30 del domingo se registró el robo de una moto en la calle Grimaldi al 2.000. El dueño del vehículo, un motomandados que había parado en su casa para ir al baño, dejó el ciclomotor en la vereda por unos minutos y, a su vuelta, se percató de que había sido robado.
“Estaba trabajando, ayer a la noche, pasé por mi casa para ir al baño, entré, dejé la moto afuera, y cuando salí ya no estaba más”, contó Aníbal Arce, que ahora se quedó desprovisto de una herramienta indispensable para su trabajo, una Appia City 110 de color rojo y negro con una funda Monster.
Arce es uno de los motomandados que ayudaba a Mateo, el joven que empezó a vender panqueques para costear los gastos de su operación, entregando los alimentos que él elabora y vende.
“En el momento llamamos a la policía y enseguida salí a hacer una recorrida y encontré el cajón tirado en Independencia y Juan XXIII, pero nada más”, expresó Arce, que ahora agradece cualquier tipo de información que pueda ayudar a esclarecer algo sobre el robo.
“La compré con mucho esfuerzo, con mucho sacrificio, para poder trabajar, y de repente pasa esto, fue algo muy feo”, manifestó el hombre sobre el lamentable hecho.