Dario Sztajnszrajber llega nuevamente a nuestra ciudad el sábado 17 de Marzo con su espectáculo “Desencajados”, un lugar donde el rock y la filosofía se encuentran.
El show contará con la presencia de Darío Sztajnszrajber (profesor de Filosofía en FLACSO, la UBA y la UNLP), Lucrecia Pinto (cantante, docente de canto y actriz), Martín “Chino” Capici (guitarrista, sesionista, arreglador y compositor), Juan Finger (bajista), Lucas Wilders (baterista, percusionista) y Juan Bautista Carrerasa (actor, director, docente teatral, músico y artística plástico, a cargo de la puesta en escena del espectáculo) y dará comienzo a las 21hs.
Sobre el show y diversos temas Infoeme dialogó con el filósofo:
- En el espectáculo que vas a presentar en nuestra ciudad se abordan diferentes cuestiones de la vida cotidiana ¿Qué temáticas se recorren?
Se recorren las grandes cuestiones existenciales pero que tienen fuerte afincamiento en nuestras prácticas cotidianas. El amor, el tiempo, el poder, el otro, dios o nuestras creencias, son todas temáticas que se pueden abordar filosóficamente, pero que al mismo tiempo están implantadas en nuestra concepción del mundo. Todos partimos ya de una definición de estos temas, desde la cual nosotros generamos nuestras prácticas, por eso lo que hace la filosofía es deconstruir ese sentido común, mostrar que esas formas que están instaladas puede ser de otra manera.
- “Desencajados” se presenta como un lugar donde el rock nacional y la filosofía se unen ¿Cómo surge la idea de fusionar la teoría filosófica con las canciones?
El espectáculo surge porque con Lucrecia Pinto encontramos muchos puntos en común entre la música y la filosofía, sobre todo a nivel de cómo ambos géneros están atravesados por la misma búsqueda. Muchas canciones del repertorio del Rock Nacional las percibimos como pensadas desde la pregunta existencial, ya sea de Spinetta, Los Redondos, Charly, Fito o Soda – del cual hacemos Corazón Delator -. Estos autores tienen letras que uno las colocaría en el estante de canciones que se hacen preguntas o que están desde la poética musical tratando de generar cierta zozobra a lo que pensamos sobre las cosas. Gracias a esto fue que se dio como de modo natural ver si podían conversar estas letras con las ideas de Nietzsche, Platón, y más. Lo que se va generando es que al ponerlas juntas la canción va tomando otra envergadura y el concepto filosófico va formando una musicalidad, casi como una danza.
- En las presentaciones que llevas con Desencajados como en tus otros proyectos paralelos se ve un acercamiento importante por parte de la gente ¿Te frenas a analizar la masividad que logras a través de la filosofía?
Yo creo que la Filosofía fue perdiendo su vínculo con lo masivo y con lo popular, osea, con lo democrático que provoca. La filosofía de por si es un acontecimiento que democratiza porque lo que hace todo el tiempo es evidenciar la alianza entre el saber y el poder, entonces, permite que cualquiera dando lugar a ese tipo de cuestionamientos pueda rever el lugar en el que se lo ha fijado en la escala cultural, social y existencial. Me parece que también ha sido parte de la historia de las instituciones educativas y académicas el haberse aislado de lo popular y de lo masivo, y por ende elitisado. Hay que salir de esa dicotomía de lo que es la academia y la divulgación, o la investigación y la difusión. Yo creo que lo que se fue dando en estos últimos años, incluso con la creación de canal encuentro, es que todo el mundo pueda acceder e incluso apropiarse de estos conocimientos. Esto no les da un conocimiento académico, nadie viendo Desencajados va a recibir un título académico, pero lo que nosotros vemos es que aunque no estudies filosofía podes venir a un espectáculo y poder conectar con algunas ideas de ese saber que aparte tienen un efecto transformador.
- En los diversos temas que aborda el espectáculo ¿Qué importancia crees que tiene el otro en la formación de la vida de cada uno?
No es que el otro tenga una importancia fundamental en la construcción de la identidad de cada uno, es mucho más radical el planteo: uno es siempre un otro. Lo que uno se va dando cuenta cuando hace filosofía es que ese apego que tiene a sí mismo es una ilusión que empieza a deconstruirse y así se descubre que en el fondo siempre somos otros. La otredad es la que siempre nos está constituyendo en lo que somos, e implica una responsabilidad por el otro que se vuelve a veces insoportable. La cultura humana casi siempre ha tratado de ir hacia modelos de autoafirmación de lo propio para no hacerse cargo de esa otredad que en sí mismo lo atraviesa.
- Para finalizar, nuevamente te presentas en Olavarría ¿Con qué expectativas venís en esta ocasión?
Muy contento de volver a Olavarría, he ido en muchas ocasiones a distintos eventos y con Desencajados hemos estado en el año 2015 con un Teatro Municipal repleto. En ese momento fue con entrada libre y gratuita con apoyo del Ministerio de Educación de la Nación, pero estos son tiempos en que esos apoyos han mermado un poco entonces estamos más lanzados a lo que es el circuito comercial, con la expectativa de poder entregar un espectáculo con toda la intensidad que lo caracteriza y buscando compartir estas ideas con la gente de Olavarría. Sabemos que los tiempos son otros, que de ese 2015 al 2018 la Argentina cambio mucho y creemos que la filosofía puede aportar mucho para poder tratar de comprender la actualidad en que vivimos, con el modo tan particular que tiene la filosofía que es abrir perspectivas diversas que ayuden a que la comprensión de la actualidad se nutra como de otros pliegues.