“Dolor”, “Tristeza”, “Bronca”, las palabras más repetidas por las mujeres con las que Infoeme habló para conocer qué las motivó a estar presentes en la Plaza Central este miércoles gris en Olavarría, en el marco del Paro Nacional de Mujeres.
Isabella tiene 14 años y los pañuelos naranja, verde y violeta sobre su cuerpo. Aseguró que adhirió a la convocatoria con otras compañeras para decir: “Acá estamos y que no falte ninguna más”.
Además contó que este año comenzó a participar de marchas y manifestaciones, y que en este caso “duele mucho lo de Lucía. Ninguna mujer se merece eso”.
Junto a su amiga Malena de 15 años, dijeron que tienen con otras compañeras un grupo de WhatsApp en donde debaten, cuentan lo que discuten y comparten las convocatorias.
Malena afirmó que “es muy importante que seamos las demás mujeres las que sigamos representando a Lucía a pesar de que ya no está” y agregó “es doloroso que la Justicia y el Estado no haga nada”.
Además contó que se siente muy acompañada por sus pares y su familia. “Me apoyan mucho en lo que es el movimiento de mujeres y están felices de que lo represente. Eso para mí es muy importante”, indicó.
Andrea tiene 57 años y a las pocas palabras se emocionó. “Vine por toda la violencia que seguimos sufriendo las mujeres, nos siguen matando”, dijo. También hizo referencia al fallo del Tribunal de Mar del Plata en el caso de Lucía: “Murió de dolor y la Justicia ha determinado que son inocentes las tres personas involucradas. A mí me supera la bronca. Es una justicia patriarcal desde todo punto de vista”.
Definió lo que siente como una mezcla de “impotencia y dolor” pero a la vez rescató y se le quebró la voz al describir “toda esta juventud que está presente. Nosotras hace 30 años que luchamos por el aborto legal. Con mi edad me emociona que las chicas estén acá”.
Antonia de 17 años, pelo rojo furioso, ojos oscuros y llenos de vida: “Siguen vulnerando nuestros derechos, tenemos que empoderarnos como mujeres, tenemos que unirnos”.
Contó que antes de ir a la manifestación estuvo hablando con su abuela y que ella se largó a llorar. “No puede creer que nos pasen estas cosas. Yo tampoco lo puedo creer…” y expreso que “esto tendría que ser masivo, en la plaza no somos muchos ahora”.