El kiwi tiene un origen poco imaginado. O conocido, al menos. Procedente de Nueva Zelanda, le debe su nombre al pájaro que es seña de identidad nacional. Y según un estudio publicado en el Journal of the American College of Nutrition, se trata de la fruta más completa por su altos contenidos de vitaminas, convirtiendo al kiwi en una fuente ideal de defensas y bienestar para el organismo.
Si bien está instalada la naranja como el jugo más rico (ideal para el desayuno) y la fruta que más vitamina C le brinda al cuerpo, incluir un kiwi cada mañana brindará el triple de los beneficios que da la naranja. Al tener un alto porcentaje de vitamina C en su composición, contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y degenerativas.
El kiwi también favorece la absorción del hierro, muy positivo para la anemia.
Entre sus nutrientes, la vitamina E aparece para mejorar la circulación y el estado de las arterias. Ambas vitaminas mencionadas mejoran la vista y reducen la posibilidad de contraer enfermedades en los ojos. Otro de sus beneficios radica en que contiene ácido fólico, que reduce el riesgo cardiovascular. Esta vitamina -unida a la C- colaboran en la producción de glóbulos rojos y blancos y en la formación de anticuerpos que refuerzan el sistema inmunológico.
También se destaca al por su alto nivel en fibra, que reduce el colesterol en sangre e impide su absorción en el intestino.Además, posee un efecto laxante que -junto a sus propiedades diuréticas y su bajo aporte calórico- convierten al kiwi en un aliado en dietas de adelgazamiento.
Es importante destacar que el kiwi, en su combinación de la vitamina C con el magnesio, calma la ansiedad y disminuye los niveles de estrés.