El Gobierno nacional considera que el déficit de cuenta corriente superior a los US$ 5.000 millones que se produjo en el primer trimestre no es un problema en un contexto de crecimiento económico, al tiempo que descarta la posibilidad de avanzar con una devaluación.
Así lo confirmó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien dijo que la administración libertaria “sigue atentamente” el déficit de dólares que hay en las cuentas externas, aunque al mismo tiempo descartó que se vaya a aplicar una devaluación.
“Lo seguimos atentamente, pero lo vemos como el resultado de un cambio importante en la política. Primero, hay libertad de cambio y dentro de las bandas el dólar se mueve libremente”, analizó Francos en diálogo con Radio Mitre.
“También es cierto que la Argentina estaba descapitalizada y una gran parte de esos dólares que salieron son para importar bienes de capital. Si tenemos una economía en crecimiento en orden de 6% comparativamente con el año anterior, claramente ese crecimiento demanda inversiones y las inversiones en bienes de capital son parte de esos dólares que han salido del país”, agregó.
La explicación más técnica la había dado anteriormente el viceministro de Economía, José Luis Daza en un seminario ante banqueros y financistas, cuando indicó que no le “preocupa el déficit de cuenta corriente” porque es un fenómeno “absolutamente esperable y razonable” en el contexto de crecimiento del país.
Según Daza, un déficit de “2% 1 y medio 2% en un contexto de un país que crece al 6% es algo absolutamente esperable es algo absolutamente razonable”.
En ese sentido dijo que contrasta con otros países de la región que, “creciendo al 2% tienen déficits del 2% y medio 3%”, mientras que Argentina, “creciendo al 6%, un déficit de cuenta corriente del 2% es absolutamente esperable”.
Sobre la posibilidad de una devaluación, Francos enfatizó que “hay varios sectores de la economía que esperarían una acción del Gobierno para devaluar el peso, pero eso no va a pasar”.
Y agregó: “Como explicó el ministro de Economía, el libre cambio rige dentro de las bandas y se ha dicho cuándo el Gobierno va a intervenir: en el piso o en el techo. Por más de que haya sectores interesados, si existiera una devaluación volveríamos a la historia de siempre: se emitirían pesos y se terminaría otra vez en la cadena inflacionaria. El Gobierno no va a proceder de esa manera”. (DIB)