Según informó La Nueva, el hecho se descubrió cerca de las 16 de este martes, tras una denuncia porque Roa no respondía llamados desde hacía varios días. Tras el llamado al 911 de un compañero del uniformado, personal policial se presentó en la vivienda de Las Heras 126, piso 11, y derribó la puerta del departamento.
En esas circunstancias encontraron al oficial tendido en un pasillo sin vida, con sangre en su rostro y la pistola reglamentaria entre las piernas. Se constató que su deceso, de un disparo, se habría registrado unas 36 horas antes.
En el lugar secuestraron una vaina servida y se advirtió cierto desorden y suciedad y que no había alteraciones en las aberturas. En el caso trabajan los peritos de la Policía Científica y la DDI a las órdenes de la UFIJ N° 7, cuya titular es la fiscal Marina Lara.
Las hipótesis que se manejan como móvil del deceso son la del suicidio o la del homicidio.