En un informe acerca de las Perspectivas Económicas Globales, presentado en Washington, el Fondo Monetario Internacional (FMI) sostuvo que "la economía mundial continúa enfrentando grandes desafíos por los efectos persistentes de la invasión rusa en Ucrania, una crisis de costo de vida causada por presiones inflacionarias persistentes y crecientes y la desaceleración en China".
En esta línea, el Fondo estimó que la economía global crecerá un 3,2% en 2022, casi la mitad que en 2021 y advirtió que en 2023 "más de un tercio de la economía mundial se contraerá, mientras que las tres economías más grandes, Estados Unidos, la Unión Europea y China, continuarán estancadas”.
Ante esto último resumieron: “Lo peor está por venir, y para muchas personas 2023 se sentirá como una recesión".
"La invasión rusa a Ucrania continúa desestabilizando poderosamente la economía global. Más allá de la creciente y sin sentido destrucción de vidas y medios de subsistencia, ha llevado a una grave crisis energética en Europa, que está aumentando drásticamente los costos de vida y obstaculizando la actividad económica", detalló el reporte, presentado por Pierre-Olivier Gourinchas, consejero económico del Fondo Monetario.
Sobre la inflación, el Fondo espera que alcance su punto máximo a fines de este año, pero subrayó que, de acuerdo a sus proyecciones, se mantendrá elevada "durante más tiempo de lo esperado anteriormente, disminuyendo a 4,1% para 2024".
Los pronósticos para Argentina
En el informe elaborado por el FMI se mantiene un pronóstico de crecimiento del 4% para 2022 y del 2% para 2023, con una inflación del 95% en 2022 y del 60% en 2023.
El contexto externo "es muy difícil para muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo. La fuerte apreciación del dólar estadounidense se suma significativamente a las presiones internas sobre los precios y a la crisis del costo de vida para estos países. Las corrientes de capital no se han recuperado y muchas economías de bajos ingresos y en desarrollo siguen en dificultades de endeudamiento", expresaron.
"La respuesta adecuada en la mayoría de los países emergentes y en desarrollo es calibrar la política monetaria para mantener la estabilidad de precios, mientras se permite que los tipos de cambio se ajusten, y conservar valiosas reservas de divisas para cuando las condiciones financieras realmente puedan empeorar", recomendaron.
Fuente: Filo News.