Por Antonella Musarra
En diálogo con Infoeme, la licenciada en Psicología Eugenia Fernández, se refirió a la vuelta a clases y a lo que fue el contexto de la virtualidad y explicó que, en relación a los estudiantes, “de alguna forma les permitió volver a verse, acercarse devuelta a la escuela". "Algunos conectaron más fácil que otros, pero con el tiempo, algunos terminaron diciendo no quiero hacer nunca más un zoom o, necesito volver a ver a mis compañeros. Se empezó como a agotar”, agregó.
En relación a la pandemia, Fernández dijo que “nos encontramos con chicos que estaban como muy ansiosos, muy asustados”. En referencia a la virtualidad explicó que “fue agotando, ya se cansaban, algunos no se conectaban a los zoom, ya no participaban. Entonces, hubo que buscarle la vuelta”.
“En un primer momento nos encontramos con nenes muy ansiosos, muy angustiados. Niños muy pequeños que empezaron a tener crisis de ansiedad, de angustia, ataques de pánico. Con la posibilidad de que puedan volver a salir al aire libre, que tengan contacto entre ellos con el distanciamiento social pertinente, esta ansiedad y esta angustia fue disminuyendo”, dijo Fernández.
También explicó que muchos niños y adolescentes durante el peor periodo de la pandemia “se desconectaron socialmente". "Hubo vínculos que se rompieron por la distancia y que costó que se retomen”, insistió.
Al mismo tiempo, la especialista rescató que el distanciamiento fue aliviado por lo tecnológico. Sin embargo, también aseguró que ello provocó que se generen nuevas formas de vínculos y de problemáticas, según explicó Fernández a este medio luego de señalar que “cuando existe la posibilidad de las salidas que comienzan en parques y de forma aislada muchos no quisieron reencontrarse por este tipo de problemáticas que existieron en el medio”.
La licenciada en Psicología explicó también que los chicos necesitan la presencialidad y mencionó que es “urgente para ellos". "Necesitan la presencialidad para volver a vincularse con lo real. "Durante la pandemia hubo muchos pacientes con patologías como ansiedad, fobias, agorafobias, mucho miedo a salir. Hubo pacientes que tenían terror a contagiarse por exceso de información, fueron pacientes que ya tenían una estructura de tipo ansioso y obviamente que, con el encierro y la sobre información esta ansiedad aumentó. También el tema del miedo y el pánico. A medida que fue pasando el tiempo, aparecieron otro tipo de síntomas como la depresión, la tristeza, la angustia”, detalló.
De cara al futuro, Fernández explicó que “desde lo psicológico nos vamos a encontrar con varios cambios". "Durante varios meses, los niños y las niñas se encontraron con que el encuentro con el otro era un peligro, que el otro era un posible contagiador. Entonces, el tema de volver a confiar y encontrarse con este otro con un protocolo, hacer una nueva adaptación que va a generar cambios en la conducta y en el comportamiento pero les va a posibilitar una nueva forma de vincularse y de encontrarse. Por suerte, los niños y las niñas son muy plásticos en este tema de adaptar nuevos comportamientos y lo hacen de forma muy fácil”, finalizó.