Cerca de las 21.30 de este miércoles la Policía Bonaerense recibió un llamado alertando sobre una serie de disparos que provenían de un domicilio en la esquina de las calles 14 e Irigoyen en el Barrio 6 de Agosto de Zárate. Cuando los efectivos llegaron al lugar se encontraron con una escena de horror.
Rocío Saldaña, de 23 años, yacía herida de bala en una pierna. Su hijo, Bastián, de 18 meses, estaba muerto de un tiro en la cara. Allí, Sebastián Maximiliano López, de 44 años, apuntó con un arma a los policías que intentaban asistir a su pareja. Fue arrestado en el acto tras un fuerte forcejeo. En el lugar se encontraron otras tres armas de fuego, revólveres calibres 32 y 22 de marcas como Pucará, con varios proyectiles en tambores y recámaras.
La mujer fue trasladada de inmediato a un hospital cercano, donde fue estabilizada y está fuera de peligro. La bala atravesó su muslo izquierdo, con orificios de entrada y salida. El bebé también fue trasladado al centro médico, pero llegó sin vida. Tenía menos de dos años.
La causa, en manos de la UFI N°7 de la zona, con la fiscal Andrea Palacios que ordenó medidas inmediatas, fue calificada con los delitos de homicidio, lesiones graves, portación ilegal de arma de fuego, amenazas agravadas, abuso de armas y resistencia a la autoridad.
López tenía tres hijos en común con su víctima. Bastián era el menor. Dos meses atrás, López comentó en su perfil de Facebook sobre su relación con la mujer: “En la buenas y las malas, juntos. Tendremos discusiones y errores pero acá juntos, te amo mi hermosa compañera, gracias por los hermosos hijos que me diste. Agradecido con Dios siempre.” A fines de diciembre pasado, ella subió a su perfil una foto suya con la leyenda: “Nací para ser libre, no asesinada”.
Los otros hijos, de 4 y 7 años, quedaron al cuidado del hermano del padre. La autopsia al cuerpo de Bastián ya fue ordenada por la fiscal Palacios.