Hoy desperté sintiendo que dormí muy bien. Sí. Los que me conocen dirán que es imposible. Pero sí, Sras. y Sres. Dormí bien y estoy muy feliz de comentarlo.
Me levanté y ¿qué fue lo que hice, sin dudarlo? Prepararme un café. Soy una amante apasionada del café. ¿Qué les puedo decir? Es mucho más que una bebida. Es un elixir, una pócima que eleva los sentidos, energiza, vigoriza, y te da ganas de hacer un montón de cosas.
Además, ¡qué placer, por favor, ese aroma! Cuando la taza humea, e inunda todo el lugar. Café, café negro. Negro como la noche.
Es un proverbio turco el que dice que
El café perfecto debe ser negro como la noche, ardiente como el infierno, fuerte como el pecado y dulce como el amor.
A mí me parece justo.
Y mientras tomaba mi café, de a pequeños sorbos disfrutándolo, vi que en varias de mis redes, especialmente en Instagram, desde ayer muchas de mis conocidas están publicando fotos en blanco y negro con una etiqueta que dice "reto aceptado". Claramente algo que yo no iba a hacer. No pregunten por qué. Yo soy así. Yo soy rebelde. Yo no hago lo que hace todo el mundo. Bla bla bla. A menos que alguien a quien realmente estimo, me lo proponga. Sino no. En fin...
Supuse que sería por lo del asesinato del hombre de color en los EE.UU. Luego, al ver que sólo eran mujeres, lo asocie con lo de empoderarnos, y darnos fuerza entre nosotras. Un tema no menor en estos tiempos... Y seguí mirando. Y seguí sorbiendo mi café. Y me puse a mirar historias. Cosa que también reconozco que hago poco. Y en una historia de una amiga que conocí en Mallorca, ¿a qué no saben qué encontré? El PORQUÉ del #ChallengeAccepted
No se trata de mujeres que apoyan mujeres, sino de un movimiento que comenzó con las mujeres de Turquía hartas y dolidas por ver todos los días en sus redes, fotos en blanco y negro de mujeres asesinadas. Y al poner una foto de ellas mismas en blanco y negro, buscaron crear conciencia de que cualquiera de ellas podría ser la próxima.
La activista Nabiya Khan en su cuenta de Twitter lo explica muy bien también.
Mientras leía esa serie de historias explicando el tema, se me llenaban los ojos de lágrimas. ¿Será que alguna vez lograremos cambiar esta realidad? O al menos cambiar nuestra realidad.
Seguí leyendo y se me enfrió el café. Café negro como la noche, como dice el proverbio turco. Mujeres turcas tratando de crear conciencia, en Turkía y en el mundo.
No perdamos la concentración, que el café se enfría y ya no es lo mismo.
Firma
Lucy Yuap