Guadalupe Acuña tiene 31 años, una hija de 3 que necesita ser operada del corazón, y está atravesando una difícil situación de violencia de género. Su expareja, junto con la mujer con la que formó una relación, no paran de hostigarla, lo que hace que Acuña tema por su vida y la de su familia.
“Me amenazan de muerte a mí y a mi hija, todo el tiempo, y nadie hace nada. Tengo custodia en la puerta de mi casa, pero no puedo vivir con custodia toda la vida, mañana se van y no sé qué va a pasar”, contó Acuña a infoeme, quien asegura no saber "qué más hacer” para solucionar la situación.
“No paran, yo no entiendo por qué tanto ensañamiento. Estoy separada hace un año y medio, mientras estuvimos casados nunca tuve problemas, nunca sufrí violencia de parte de él, pero ahora está irreconocible. Dicen que me van a matar a mí, que van a matar a mi hija. Hasta su mamá lo denunció junto conmigo, porque lo desconoce”, contó la desesperada mujer, que después de 7 denuncias dijo sentirse “desamparada” por la justicia.
“Ellos están libres, haciendo lo que quieren. Tengo siete denuncias, fui a fiscalía la última vez, porque ya no me dan bola en la comisaria de la mujer. Ahora entiendo la cantidad de mujeres muertas que hay”, aseguró Acuña, para quien la situación ya se tornó realmente “insostenible”, lo que afecta de una manera muy negativa a su hija de 3 años, que dentro de poco tiempo tiene que ser operada en el Hospital Garraham por un soplo en el corazón que ya le está acarreando serios problemas de salud.
“La custodia la tengo hasta mañana. La impotencia es terrible, tengo los audios en donde ellos me dicen que van a matar a mi nena, son terribles. Y encima ellos viven tranquilos, están esperando a que ellos concreten lo que están diciendo para hacer algo”, sostuvo la desesperada mujer, que hace poco tiempo tuvo que vivir una angustiante situación cuando atacaron su casa “a botellazos”.
“Durante tres, cuatro días, estuvimos acá sin poder dormir de los botellazos que tiraban. Venía la policía, se iban y al rato volvían a aparecer. Ya no sé qué más hacer, no quiero dejar a mis hijos sin madre”, concluyó Acuña.