Sobre el cierre de la noche del 7 de octubre del 2017 un violento accidente de tránsito tuvo como escenario la esquina de avenida Colón y España, un punto de la ciudad que luego se convertiría en tristemente célebre debido a la reiteración de episodios de estas características, por más semáforos o cámaras de seguridad que allí se instalaran.
Aquella fatídica jornada perdió la vida Alejandro Nicolás Carballo, de 29 años, quien guiaba un Renault Clio que fue impactado de manera violentísima cuando ingresaba a la avenida. Ese impacto fue protagonizado por el Volkswagen Fiesta que era guiado por Lucas Álvarez, que además protagonizó una segunda colisión contra un Volkswagen Fox, tripulado por Cristian Lomelino.
Un cuarto vehículo se vio implicado pero de manera indirecta en el hecho, situación que sirvió a los investigadores para reforzar la hipótesis que todo se habría tratado de una picada. El conductor de ese rodado, Matías Mali, se entregaría dos días más tarde de manera voluntaria, quedando también imputado por el hecho.
El dato interesante que pudo saber Infoeme es la gravosa figura que no sólo fue dispuesta por la fiscal de la causa, la doctora Paula Serrano, sino que además fue ratificada en distintas instancias, explicando en ello que todo se dirima en el ámbito Criminal, más precisamente en el Tribunal 2 azuleño. En otras palabras, todo fue tipificado como “carrera ilegal de velocidad”, es decir en los términos del artículo 193 bis del Código Penal, que estipula que “será reprimido con prisión de seis meses a tres años e inhabilitación especial para conducir por el doble del tiempo de la condena, el conductor que creare una situación de peligro para la vida o la integridad física de las personas, mediante la participación en una prueba de velocidad o de destreza con un vehículo con motor, realizada sin la debida autorización de la autoridad competente”.
Lo que aquí es clave es que esa imputación es en concurso con “homicidio simple”, algo para nada menor y que se podría erigir en un antecedente o jurisprudencia a futuro para este tipo de episodios que suelen configurarse como “homicidio culposo”. Seguramente todo será sujeto de debate y discusión en el juicio que aún no tiene fecha de realización.
Los tres acusados se encuentran imputados por ese mismo delito, pero con distinto grado de participación. En términos más claros, el único que afronta esa acusación en calidad de autor es Lucas Álvarez, los restantes lo están en calidad de partícipes primarios.
Actualmente la causa se encuentra en la etapa de ofrecimiento de prueba. Es decir que tanto la querella como las respectivas defensas se encuentran presentado los elementos que utilizarán durante las audiencias, sean testimonios, pericias, videos o fotos, por sólo mencionar algunas de las alternativas. Todo ello se discute con el Tribunal interviniente y una vez resuelta esa situación se acuerda la fecha de debate.