Silvia y Patricia Pereira son dos hermanas que unieron aún más sus lazos por una noble y solidaria causa: ayudar a quienes más lo necesitan y lo hicieron cruzando fronteras. Ambas lideran una agrupación que recolecta donaciones y las lleva hasta Chaco.
“Latidos del Alma” nació en el año 2001, en el medio de la enorme crisis económica, política, social e institucional que sufrió nuestro país, con un objetivo claro y fuerte: ayudar sin recibir nada a cambio.
Este viernes a las dos de la tarde se carga un camión que tiene como destino llegar a la provincia norteña, colmado de ayuda y esperanzas para todas las familias que esperan su llegada. Infoeme habló con Silvia, quien contó la logística de esta gran iniciativa, qué es lo que más necesitan y agradeció con todas sus fuerzas a la comunidad olavarriense que ayuda a enfrentar la cruda realidad.
En los inicios visitaron otros sitios pero cuando llegaron a Chaco entendieron la necesidad: “Es una provincia muy olvidada, con una pobreza estructural que se mantiene en el tiempo. Estamos convencidos que por algún motivo continúa así. La primera vez que arribamos ayudamos a dos escuela y este año colaboraremos con treinta instituciones entre hospitales, hogar de ancianos, iglesias, maternales y escuelas rurales”, contó más que satisfecha.
Durante todo el año aceptan donaciones, de cualquier tipo, desde un escritorio/armario para un colegio, hasta estufas, televisores, camas, colchones, ropa, utensilios de cocina, entre otros. Lo hacen todo a pulmón y con el acompañamiento de familiares y amigos: “sin ellos sería muy difícil”, señaló Silvia.
Ejemplificó el apoyo que reciben en el resultado de una campaña que hicieron este año y que se denominó “¿Me acompañas a darle una sonrisa a un niño?”: “Tuvimos la gracia de recibir una enorme cantidad de donaciones, todos los estudiantes de la escuela llevaron calzado nuevo. La gente no sólo donó lo que pedimos, sino también juguetes, medias, ropa interior, cartitas, entre otros elementos, fue maravilloso”, enfatizó a este Diario.
Al lado de una de las escuelas con las que colaboran hay una sala de atención primaria periférica donde llega poco y nada: “Logré contactarme con profesionales de la salud del lugar y las necesidades son extremas” pero por suerte en el plano local volvieron a darle una mano “nos ayuda siempre un doctor de Hinojo, otra gran colaboradora es Silvita de la Torre, Germán Estévez, el Dr. Ravi Pinto, profesionales del Instituto Médico, María Auxiliadora, de PAMI me donaron una camilla. Lo que necesitamos urgentemente es un termómetro y un tensiómetro. Es muy importante para la salita, no pueden ni tomarle la fiebre”.
Finalmente gratificó la contribución de Stella, una vecina que juntó dinero casa por casa y “me trajo 370 kilogramos de harina, eso significa el pan para muchos chicos, es maravilloso lo que da la gente” volvió a señalar y aclaró que “sé que las necesidades de Olavarría son muchas y necesarias y es por eso que jamás solicité ningún tipo de ayuda al Gobierno Municipal”.