El Tribunal Oral en lo Criminal N°7 de San Isidro dispuso que el juicio oral y público para esclarecer las presuntas responsabilidades penales en la muerte de Diego Armando Maradona se reanudará el 17 de marzo de 2026.
La resolución, firmada por los jueces Alberto Ortolani, Pablo Rolón y Alberto Gaig, ratifica también la realización de una audiencia preliminar el 12 de noviembre próximo para el control de la prueba y la definición de la lista de testigos.
Se tratará del segundo intento por establecer responsabilidades tras la muerte del astro argentino el 25 de noviembre de 2020, luego de que el proceso anterior fuese declarado nulo por la escandalosa grabación de un documental autorizado por la jueza Julieta Makintach, actualmente sometida a jury de enjuiciamiento.
Los acusados y los delitos
En el banquillo volverán a sentarse siete profesionales de la salud que tuvieron participación en la última etapa de la vida del excapitán de la Selección argentina: el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, el enfermero Ricardo Almirón, su jefe Mariano Perroni, la coordinadora de la internación domiciliaria Nancy Forlini y el médico clínico Pedro Di Spagna. A todos ellos se los acusa de “homicidio simple con dolo eventual” y “abandono de persona”, cargos que prevén penas de hasta 25 años de prisión.
El tribunal rechazó -por extemporáneo- el pedido de juicio por jurados populares formulado por la defensa de Luque, así como el planteo de inconstitucionalidad del artículo 22 bis del Código Procesal Penal de Buenos Aires. Sobre el pedido de non bis in idem presentado por la defensa de Cosachov, los jueces fueron contundentes: “La nulidad del juicio anterior se declaró para proteger su derecho a ser juzgada por un tribunal imparcial, no para perjudicarla”.
Un juicio marcado por la polémica
El primer proceso había comenzado el 11 de marzo de este año, y dejó testimonios clave de familiares, médicos y personal de seguridad de Maradona. Sin embargo, fue declarado nulo el 29 de mayo, al descubrirse que la jueza Makintach había permitido la grabación de un documental sin consentimiento de las partes. El hecho expuso la parcialidad de la magistrada y derivó en su suspensión preventiva y en la apertura de un juicio político en el Senado bonaerense.
Durante aquellas audiencias declararon Dalma, Gianinna y Jana Maradona, además de Verónica Ojeda y los profesionales que operaron al astro en la Clínica Olivos. También fueron allanadas las dependencias médicas vinculadas a la atención domiciliaria del exfutbolista.
Pese a la nulidad, el pedido de juicio por jurados referente a la enfermera Dahiana Gisela Madrid -única imputada que lo había solicitado en tiempo y forma- sigue en pie, y su proceso se desarrollará aparte una vez concluido el juicio principal.
El fallo del Tribunal N°7 recoge tanto el reclamo de celeridad de los fiscales Patricio Ferrari y Cosme Iribarren como de los representantes de la familia Maradona, que han insistido en la necesidad de que el caso avance y evite nuevas dilaciones.
En lo inmediato, las partes deberán concurrir el 12 de noviembre a la audiencia preliminar, donde se resolverán los acuerdos probatorios y se definirá la lista definitiva de testigos. Entre los nombres convocados figuran nuevamente las hijas de Maradona y personal médico que intervino durante la internación domiciliaria del ídolo en el country San Andrés de Benavídez.
En paralelo, tanto Luque como Cosachov anunciaron que apelarán la decisión del Tribunal, mientras insisten en la supuesta falta de garantías procesales. Los defensores ya anticiparon la presentación de un recurso de recusación ante la Cámara de Casación.
Así, a más de cinco años de la muerte de Diego Maradona, la Justicia argentina se prepara para reabrir un juicio cargado de interés público y de posibles consecuencias penales para quienes estuvieron al frente de la atención médica del ícono mundial. En San Isidro, la expectativa crece: el 2026 no solo marcará el reencuentro del caso con los tribunales, sino también la posibilidad de que, por fin, se acerque una verdad judicial sobre su trágico final. (DIB)